Se llamó Antonio Mamerto Gil Núñez. Y esa es una de las pocas certezas que se tienen sobre él. Pudo haber sido un soldado desertor o un forajido bondadoso con los pobres. Lo cierto es que el culto por su figura no deja de crecer. Viajamos hasta su santuario en Mercedes para retratar a sus devotos, que se cuentan por cientos de miles.
Cada 8 de enero en la localidad correntina de Mercedes, miles de pergrinos llegados de los lugares más remotos de la Argentina rinden culto a Antonio Mamerto Gil Núñez, el Gauchito Gil. El santo pagano más popular de este país es una figura tan adorada como discutida: según la leyenda que se tome sobre él fue soldado, ladrón, borracho, amante furtivo y desertor. Pero también justiciero, bondadoso con los más desfavorecidos y, por sobre todo, un alma libre. Un personaje contradictorio e imperfecto que, probablemente por eso, logró conectar de una manera tan sorprendente con personas comunes, de pueblo. Su figura se repite en estampitas, remeras, pasacalles y en un sinfín de altares ruteros. Estas imágenes retratan a protagonistas de una pasión que para muchos es un verdadero misterio.
Deja tu comentario!