La víctima es un joven santarroseño de 27 años, identificado como Marcos Luquín. Además, hay otros dos reclusos internados -uno de ellos herido de gravedad- en el Hospital “Dr. Lucio Molas”. El clima de tensión en esa cárcel ya había sido puesto de manifiesto en varias oportunidades por El Diario.
De acuerdo a lo poco que trascendió de fuentes vinculadas a la Unidad 4, el grave incidente se generó apenas pasadas las 15:00 horas de este martes en el interior de un pabellón. Marcos Luquín residía en el denominado Barrio Municipal, ubicado en la zona norte de la ciudad, y estaba cumpliendo una condena por varios robos a mano armada que se caracterizaron por «mucha violencia», recordó un policía consultado por este diario.
Luquín habría muerto como consecuencia de al menos tres puñaladas. Además hay otros dos heridos de arma blanca: Gustavo Zapata -condenado por un homicidio ocurrido hace varios años atrás en General Acha- y Jorge Acebo,también condenado por un crimen que tuvo lugar en Villa Parque. A Zapata tuvieron que extirparle el bazo y quedó internado en terapia intensiva, según confiaron fuentes vinculadas al Hospital Molas. En total hubo cuatro presos heridos, aunque en el caso de los otros dos no fue necesaria su internación. En en lugar, tal como muestra la imagen captada hoy por un fotógrafo de El Diario, montó guardia personal del Servicio Penitenciario Federal.
Durante varios artículos que se publicaron a fines del año pasado este diario alertó que la Colonia Penal de Santa Rosa aglutinaba cada vez más tensión: a la pelea habitual entre presos se le habían sumado reiterados enfrentamientos entre reclusos y agentes de requisa, cada vez que se intentó secuestra droga del interior de los pabellones. Los cacheos sorpresivos generaron duros conflictos del que resultaron heridos varios internos e incluso algunos uniformados del Servicio Penitenciario Federal.
Quienes conocen lo que ocurre en la U-4 apuntan a la gestión de las autoridades, principalmente ponen en el centro de todas las críticas al director Sergio Escalada. “La falta de conducción hace que los presos quieran mandar en el Penal… el director parece más preocupado por mostrar las obras a los que vienen de Buenos Aires en vez de bajar los decibeles dentro de la unidad”, añadió la fuente en aquel momento.
En los primeros días del mes de octubre de 2014 un preso que llamó a la Redacción de este diario y se identificó como Pablo Daniel Ojeda Silvera, de 31 años, denunció que recibió tres puñaladas en distintas partes del cuerpo por parte de otros tres internos en el denominado Pabellón Alto y que las autoridades del lugar ocultaron el hecho.
Siempre de acuerdo a la versión de Ojeda Silvera, todo se habría desencadenado cuando volvía de recibir una visita. El hombre, oriundo de provincia de Buenos Aires, también contó que que tenía “postergada” su “libertad asistida” desde hace “85 días”. Por esta situación responsabilizó al juez de Ejecución Penal Marcelo Alejandro Peluzzi.
“Me lastimaron y nadie fue sancionado, pedí hablar con el director, el señor Escalada, pero no sancionó a nadie. Además, quiero denunciar al cuerpo de requisa porque cuando me apuñalaron, mis pertenencias quedaron adentro… y me las prepararon los presos en lugar de ellos (por los guardias), como correspondería. Me faltaron fotos de mi familia y un conjunto deportivo”, contó el recluso.
Por ahora, no hubo ninguna información oficial desde la Unidad 4 respecto al incidente, ni mucho menos en relación al asesinato.
Fuente: ElDiarioDeLaPampa.com.ar
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