La docente Silvia Viglianco, que fue agredida por el funcionario municipal de Santa Isabel Darío Rubén Suárez, anunció ayer su alejamiento de la Asamblea de los Ríos Pampeanos, una decisión que tomó luego de una reunión que mantuvo con integrantes de esa organización social que milita en el oeste de la provincia.
Viglianco se reunió el jueves por la noche con los integrantes de la Asamblea. Fue un encuentro «caldeado» según reconoció tanto la mujer como otros asambleístas consultados por este diario. Allí se abordó la terrible agresión de la que fue víctima la docente a manos de Suárez (que también integra la Asamblea) y otras cuestiones internas que no están relacionadas con el hecho ocurrido el 16 de diciembre pasado.
«Me desvinculo de la Asamblea pero no quiere decir que abandone mi lucha y mi pensamiento sobre la cuestión de nuestros ríos, mi idea es generar otros espacios de discusión, de organización social y de participación», afirmó Viglianco a LA ARENA, quien horas antes había publicado en su muro de Facebook la determinación de irse de la ONG.
Viglianco explicó que durante la reunión del jueves se le planteó que los demás asambleístas estaban «molestos» por la trascendencia pública que tuvo el caso y que, por tratarse de «dos referentes», el hecho perjudicó a la organización.
«Me plantearon que la Asamblea se había contaminado por lo que pasó, que por ser una referente tengo que pedir disculpas, porque para ellos una cosa es ser asambleísta, que supuestamente tendría todas las libertades, mientras que un referente debe ser alguien impoluto, sin manchas. Considero que es un concepto estrecho, por eso con esa bajada de línea no podía seguir», indicó Viglianco.
Reacción.
En diciembre pasado, Suárez agredió a la docente en la vía pública y luego la trasladó unos kilómetros por la ruta en un auto oficial. Un vecino que vio la agresión en la calle siguió el vehículo y pudo rescatar a la mujer, quien en ese momento dijo que temió por su vida.
En un comunicado posterior, la Asamblea de Santa Isabel emitió una postura que generó críticas porque no era todo lo explícito y condenatorio para una situación semejante.
«La reunión con ella estuvo caldeada, nos grabó y sacó fotos. Lo que nosotros planteamos es que hay cosas que venían desde mucho tiempo atrás, como un protagonismo muy grande que no nos parece bien, y después pasó lo que pasó y ahora parece que hacemos leña del árbol caído, pero no es así. Por ahí desde Buenos Aires se emitió un comunicado enseguida, pero nosotros acá, que nos cruzamos todo el tiempo y nos conocemos, es difícil reaccionar enseguida. Se vio como muy liviana nuestra reacción pero no es así, lo repudiamos totalmente», aseveró Jesús Fernández, uno de los asambleístas.
Puertas.
Fernández, en tanto, aclaró que las puertas «están abiertas de par en par» para que Viglianco regrese a la Asamblea, «no así para Suárez, porque lo que hizo es muy grave y nosotros peleamos por derechos, básicamente».
Viglianco, en tanto, aseguró que emitirá un comunicado de prensa donde dará a conocer claramente los motivos que la llevaron a alejarse de la Asamblea.
El municipio no se comunicó
A casi un mes de la gravísima situación que debió atravesar Viglianco, nadie del municipio ni del área de Acción Social de Santa Isabel se comunicó con ella para saber de su estado o si necesitaba alguna asistencia. «Del 16 de diciembre, cuando ocurrió el hecho, a hoy, nadie me llamó ni se acercó. Y yo pienso en las mujeres que no tiene la posibilidad que yo tengo de, por ejemplo, viajar a Santa Rosa, ver a un psicólogo que en Santa Isabel no hay, que el gremio Utelpa me dé la cobertura, son todos recursos con los que yo puedo contar, pero que muchas otras seguramente no, y eso es lo preocupante», resaltó la docente.
El pasado miércoles la justicia liberó a Rubén Suárez. Además, se le impuso una restricción de acercamiento de 300 metros y una prohibición de contacto por cualquier medio tecnológico con Viglianco, quien recibió un botón antipánico.
«La justicia y la policía respondieron muy rápidamente con el botón antipánico, que es un elemento más dentro de las precauciones y cuidados que nos involucran. La orden de acercamiento es de 300 metros y la casa del victimario es a 400 metros, en una localidad como Santa Isabel te podés cruzar en cualquier momento, por eso es importante que tanto la gente como la policía respondan ante una situación como la que yo viví», comentó la mujer.
Fuente: LaArena.com.ar
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