La mujer -quien vive en Santa Rosa- viajó el pasado lunes 5 de enero, a Comodoro Rivadavia. Su hija Cintia González, desapareció el 13 de diciembre pasado, y dos días después hizo la denuncia por la desaparición. Antes, el 5 de diciembre, había denunciado que su hija fue víctima de violencia de género por parte de su pareja, Bienvenido Martín Carra Muñoz, quien los últimos días de noviembre la atacó. La joven fue atacada, y su pareja la intentó ahorcar con un cable: huyó de la casa de Toay con la nena mojada, ya que la estaba bañando cuando se produjo el ataque.
Sola, con un chofer
El caso de Cintia González se conoció por la difusión y el pedido de paradero del Poder Judicial que difundió un comunicado. Intervino el Ministerio Público Fiscal, el Área de la Mujer de la Unidad de Género Niñez y Adolescencia de la ciudad de Santa Rosa (U.F.G.N.A) y la Policía de la Provincia de La Pampa (Comisaria Seccional 5º y UR-1).
Pero Asencio dijo que ‘la Policía no hizo nada y la justicia trabajó en forma improvisada y desordenada. Nunca le dieron al caso la importancia que tenía‘.
‘Hice la denuncia el 5 de diciembre. Aunque había un pedido de captura y de restricción, Carra pudo pasar por todas las camineras para llegar a Chubut. Además me dijeron que se fue en un colectivo de larga distancia y le mandó un pasaje a mi hija‘, dijo Asencio.
La mujer asegura que ‘a mi me mintieron. La Policía me decía que estaba en comunicación con la Oficina de la Mujer de Chubut y con la Justicia, pero no era cierto‘.
Lo más sorpredente del caso es que Ana María Asencio viajó a Chubut sola, sin la asistencia de ningún organismo judicial ni policial, en este caso ’la Unidad de Género. ‘Me puso un chofer la Municipalidad de Toay. Pero en el viaje me enteré que el coche era del Consejo Provincial de la Mujer‘, explicó la mujer.
Por eso una vez que llegó a Chubut, Asenco tuvo que presentarse en una fiscalía y en la Brigada de la Policía de Chubut. ‘No sabían nada en la justicia. Le tuve que explicar el caso. Es decir todo lo que me dijeron acá era mentira‘, remarcó la mujer.
En Chubut intervino una fiscal de apellido García. El caso -en la justicia pampeana- era atendido por la fiscal de turno, Leticia Pordomingo, ya que el fiscal original, Carlos Ordás está de feria.
En un primer momento, Cintia González fue identificada en la vía pública, y trasladada a una sede policial para averiguación de antecedentes. ‘Esto se hizo así, porque no había nada en la justicia de Chubut. La fiscal García criticó a la justicia de La Pampa y estaba asombrada de cómo se manejaron‘, dijo Asencio. Al otro día, la fiscal dijo que en una entrevista le pidió disculpas a Cintia González (que era una víctima de todo este caso) y le explicó porqué actuó de esa manera.
Aunque Asencio pudo tener un encuentro con su hijo Cintia, ella decidió quedarse en Comodoro Rivadavia. ‘Los parientes de ellos fueron a la Policía en patota. Pensaban que yo me quería traer la nena. Pero yo no actúo así. Me preocupaba la situación de mi hija y de mi nieta, pero eso lo tiene que resolver la justicia‘.
Ana María Asencio lamenta que su hija siga lejos, a 1.500 kilómetros de distancia. Afirma que Cintia está envuelta en un caos de violencia de género, sin posibilidades de decidir libremente. Por ahora, Asencio seguirá con el apoyo del equipo técnico de la municipalidad de Toay (donde vivió durante 18 años, y hace tres se trasladó a Santa Rosa), tratando que el área de la Mujer de Chubut se ocupa de darle contención a su hija Cintia, que además de su hija Kimei de un año y medio, ahora tiene un embarazo de dos meses.
Fuente: ElDiarioDeLaPampa.com.ar
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