«Llamo para que me ayuden. Necesito saber cómo está mi hijo y nadie me dice nada. Está preso en la Unidad 4 y dicen que lo hirieron». La voz de Marta Marcela Muñoz se entremezclaba con los ruidos de la calle. Ayer a las 14.30 la mujer llamó a la redacción de este diario para saber algo sobre Marcos Maximiliano Lukín, su hijo de 27 años, que desde hace dos cumple condena en la Unidad Penitenciaria 4 por un robo agravado por el uso de arma de fuego.
Ayer pasado el mediodía, una pelea entre internos se produjo en la planta baja del pabellón 1 de la cárcel dejando cómo saldo a cuatro heridos. El enfrentamiento a punta de facas, ocurrió en medio del horario de visitas.
Tras el incidente, los heridos fueron trasladados de urgencia al Hospital Lucio Molas. Tras recibir las curaciones pertinentes, dos internos fueron dados de alta y trasladados nuevamente a la U4. No ocurrió lo mismo con Darío Aníbal Zapata, un interno de unos 35 años, que fue intervenido de urgencia por una herida cortopunzante y ahora permanece alojado en el área de terapia intensiva. Este último recluso, condenado el año pasado por tráfico de drogas, está siendo permanentemente custodiado por tres guardias del SPF. Aparentemente, Lukín llegó sin vida: una puñalada certera le había perforado una arteria vital.
Silencio.
Para cuando la madre de Lukín llamó a esta redacción, su hijo ya estaba muerto. Sin embargo, ninguna fuente oficial -ni de la Justicia Federal, ni del Servicio Penitenciario- le brindó en las horas posteriores al hecho ningún tipo de información. Fueron los presos de la U4 quienes alertaron a la familia sobre el incidente y aseguraron que el joven estaba muy mal herido.
Durante toda la tarde, LA ARENA intentó comunicarse con los teléfonos que están instalados en los pabellones del penal, sin embargo, tras el incidente, todas las líneas habían sido cortadas.
Recién cerca de las 18, los médicos del Lucio Molas confirmaron la mala noticia: Marcos Maximiliano había fallecido y cerca de las 20 iban a hacerle la autopsia. Para entonces un gran número de familiares de Lukín se había instalado en la puerta del Hospital Lucio Molas y varias versiones de lo ocurrido intramuros comenzaban a correrse. Algunos familiares señalaron que el ataque a los cuatro heridos -que son todos pampeanos- «se generó mientras estaban durmiendo», que «fue cometido por un grupo de más de diez personas» y que «era algo cantado, que el SPF podría haber frenado». Entre los presentes, estaba José «Pepe» Rodríguez, un referente del Partido Justicialista santarroseño quien es tío Lukín.
Comunicado.
Minutos antes de las 21, el subprefecto Marcelo Fera Racinello, a cargo de la Unidad Penitenciaria 4, entregó a un cronista de este diario un comunicado de prensa en el que se relataba muy escuetamente los hechos. Esta es la primera vez en los dos últimos años que el SPF sale a dar una respuesta con cierta celeridad frente a un caso de violencia extrema. El año pasado varios incidentes se generaron en el interior del penal pampeano -apuñalados, enfrentamientos entre presos y agentes de requisa, denuncias por violaciones- y nunca hubo una respuesta por parte del director Sergio Escalada.
En el comunicado enviado ayer, también se informa que el caso está siendo investigado por el Juez Federal Subrogante Dieguez Rodríguez. también tomó intervención en el caso el Juez de la Unidad de Ejecución Penal Osvaldo Martín Saravia.
Fuente: LaArena.com.ar
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