Yésica Gasparín, de 25 años, tenía una orden de la obstetra que notificaba que, como tenía una situación de riesgo, al momento de dar a luz necesitaría una cesárea.
El motivo principal era que su bebé pesaba 5 kilos y era demasiado grande para salir de forma tradicional. Sin embargo, en el Hospital Materno Infantil María Eva Duarte de Perón de Malvinas Argentinas decidieron desoír esta advertencia y le realizaron un parto normal.
En pleno trabajo de parto, el bebé quedó atorado debido a su tamaño: sólo pudo salir su cabeza y uno de sus brazos. Fue así que los parteros forzaron su salida y le quebraron cuatro costillas lo que provocó la perforación de uno de sus pulmones.
El recién nacido estuvo dos días internados en neonatología y finalmente murió como consecuencia del perverso procedimiento.
«tenía una orden médica que especificaba que su situación de parto era riesgosa. No podía tener parto natural porque el bebé pesaba casi 5 kilos. Deberían haberle hecho cesárea», explicó en la prensa local Laura, prima de Yésica.»La semana anterior al parto realizó una ecografía y el bebé estaba en perfectas condiciones»,agregó.
En ese sentido, la joven aseguró que «el papá del bebé presenció el parto y les decía a los parteros que por favor no lo sacaran así, que lo iba a lastimar.
Ellos respondieron que eran los profesionales, y que si no le gustaba como estaban trabajando podía retirarse ¿Se dio cuenta una persona que no es profesional que lo iban a lastimar y ellos no se dieron cuenta?», agregó.
La familia asegura que desde el hospital, esperaron a que la madre se quede sola para avisarle que su hijo, al que habían llamado Luciano, había fallecido.»
Esperaron a que nos vayamos para avisarle a Yésica que el bebé había fallecido. Fue lo peor, porque no había nadie para contenerla, estaba completamente sola porque su marido se había ido a darle de comer a su otro nene», dijo Laura. Los familiares llegaron recién media hora después, para el horario de visitas habitual.
Asimismo, denunciaron que ningún integrante de la dirección del hospital se hizo presente para hablar con la madre o los familiares y que, en el momento que le dieron la noticia a la mamá, querían hacerla firman un consentimiento para asentar que estaban de acuerdo con la forma en que fue atendida Yésica. «Obviamente no firmaron nada», sostuvo la joven.
Yésica se encuentra fuera de riesgo y fue dada de alta el mismo día que le dieron la triste noticia. Ahora, la familia realizará una denuncia por mala praxis contra el hospital.
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