«Sé que esto fue obra de otra persona, no una decisión tuya». La contundente frase salió de la boca de Sandra Arroyo Salgado, la ex mujer de Alberto Nisman, durante el entierro del fiscal en el Cementerio Israelíta de La Tablada. El recuerdo que la jueza federal de San Isidro hizo del padre de sus hijas fue uno de los momentos más emotivos durante la ceremonia en la que 250 personas despidieron a quien durante una década investigó a los culpables del atentado a la AMIA en 1994. Pero también evidenció el malestar que existe entre Arroyo Salgado y quienes llevan adelante la investigación por la muerte del fiscal que había denunciado a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner por encubrimiento a Irán.
«Ninguno de nosotros creemos que vos hayas sido el hacedor de este final. Tenemos la certeza de que esto fue obra de otra persona. No sabemos de quién, es difícil», aseveró la magistrada, que llegó a las 11 al cementerio y durante la ceremonia cuestionó la investigación judicial al apuntar que «no sé si están trabajando como deberían trabajar», pero se comprometió a hacer «lo mejor para poder llegar a la verdad». Arroyo Salgado dijo: «Como colega del derecho, sé que confiás en mí. Como magistrada tengo que pedirte perdón, porque sigo perteneciendo a este Poder (judicial) y hoy siento que no sé si están trabajando como deberían trabajar. Y espero que sepas perdonar lo que se hizo y todavía no se hizo para descubrir la verdadera razón de este final», resaltó la ex esposa de Nisman.
Y continuó asegurando que Nisman confiaba «en muchos colegas, compañeros y colaboradores. Hay gente en nuestro ámbito que está dispuesta a luchar como vos lo hiciste por la verdadera respuesta. La lucha por la verdad y justicia por las 85 vidas era tu prioridad. Haremos lo mejor para poder llegar a la verdad». Sobre el final, ya en un tono más intimista, reflexionó: «Sé que vos te quedás tranquilo porque sé que confiás en mí y en el cuidado que yo voy a tener sobre nuestras hijas, porque las amo. No me siento sola para cuidar de ellas, protegerlas, porque tenemos una familia. No puedo creer que yo esté acá y vos estés ahí».
No es la primera vez que Arroyo Salgado cuestiona la investigación que llevan adelante la jueza Fabiana Palmaghini y la fiscal Viviana Fein. El lunes, consultada por El Cronista, reconoció que no estaba de acuerdo «con algunas cuestiones», en relación al trabajo puntualmente de la fiscal.
En los últimos días, también, se hizo público un contrapunto entre Arroyo Salgado y Fein, debido a la autopsia del cuerpo de Nisman. La fiscal se defendió diciendo que la misma se llevó a cabo «entre las 8 y las 10», y que Arroyo Salgado, que posteriormente fue aceptada como querellante, «se presentó a las 10.15». Tampoco fue bien recibido en el sector que la jueza se haya reunido con la procuradora Alejandra Gils Carbó, jefa de fiscales, que en la noche del miércoles asistió al velorio, donde recibió insultos y silbidos debido a su vinculación con el kirchnerismo. La visita de Gils Carbó estuvo consensuada con Arroyo Salgado.
Al entierro en La Tablada asistieron también colegas fiscales de Nisman, referentes del ámbito judicial, y políticos como las diputadas Elisa Carrió y Patricia Bullrich, o el ministro de Seguridad y Justicia porteño, Guillermo Montenegro.
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