Luego de que se conociera que el Gobierno pagó $ 1 millón por la construcción de un monumento a Néstor Kirchner en la sede la Unasur en Ecuador, en el juzgado de María Romilda Servini de Cubría recayó una denuncia contra el canciller Héctor Timerman por «abuso de autoridas e incumplimiento de los deberes de funcionario público». La presentación la hizo el dirigente peronista Juan Ricardo Mussa, quien denunció una «negociación absolutamente irregular» en torno a la construcción del monumento al ex presidente Néstor Kirchner.
A mediados del año pasado, la Cancillería contrató a Miguel Gerónimo Villalba, un escultor de 34 años, que ya había realizado una estatua de Kirchner en 2011. El Gobierno se hizo cargo de los gastos de la obra y la trasladó hasta Quito, donde se inauguró el 5 de diciembre, con la presencia de la Presidenta.
Según denunció Mussa, Timerman «hace del dinero del Estado como si fuera su propia estancia, a cuenta de que manda a construir un monumento al ex Presidente no habiendo de parte del Congreso ninguna ley que prevea honores». Y recordó que la estatua, en un principio, la iba a pagar la república del Ecuador, pero finalmente lo hizo el Ministerio de Relaciones Exteriores, «en forma totalmente irregular». La denuncia desembarcó el miércoles en el juzgado federal número 1, a cargo de Servini de Cubría, quien tiene previsto comenzar a evaluarlo después de la feria judicial, seguramente a partir de febrero.
La jueza tiene otras causas que involucran a funcionarios del Gobierno, como la que tramita por presuntos desvíos de fondos en el programa Fútbol para Todos, otra en la que busca determinar si se compraron acciones de empresas sospechadas de estar vinculadas a funcionarios kirchneristas con fondos de la ANSeS, y el año pasado dictó el procesamiento del ex titular de la Sedronar José Granero en una causa en la que se investigó el ingreso de efedrina al país. Este año, además, será relevante su trabajo como jueza electoral en Capital Federal.
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