El estudio de CRA estimó que la pérdida de ingreso de divisas por las trabas a las exportaciones de carne es cercana a 15 mil millones de dólares. Analiza el desempeño de los principales países ganaderos, entre 2007 y 2014, e indica que mientras naciones líderes mundiales en materia de producción ganadera como Brasil, Uruguay, Paraguay y Australia incrementaron su stock bovino durante estos últimos 7 años, la Argentina «mostró una caída del 11 por ciento».
«Esta caída se refleja en una fuerte contracción de las exportaciones (-62 por ciento), lo que significó una pérdida de divisas cercanas a los 15 mil millones de dólares, cifra superior al vencimiento de deuda que debe enfrentar Argentina en 2015», destacó el estudio.
La entidad atribuyó la situación a «la política económica argentina mantenida en los últimos 10 años».
Contracción.
En línea con el comportamiento del stock bovino, el informe sostuvo que Argentina fue el único país (dentro del grupo seleccionado) que «contrajo fuertemente su producción (-15 por ciento)» mientras que Uruguay, Australia y Paraguay «crecieron en su oferta de carne» un 2, 19, y 32 por ciento, respectivamente, «o bien se mantuvieron estables, como es el caso de Brasil».
«Como consecuencia de la aplicación de cuotas de exportación y la presión impositiva a través de los impuestos a la exportación (descuento del 15 por ciento sobre el precio internacional), Argentina tuvo una fenomenal caída de las exportaciones, contrayéndose más de un 60 por ciento, siendo el peor desempeño dentro de los países líderes en el comercio de carnes bovinas», remarcó.
En este sentido, sostuvo que «a diferencia de Argentina, otros países competidores como Paraguay y Australia, se prepararon y aprovecharon las oportunidades de los mercados mundiales, creciendo 80 y 20 por ciento, respectivamente».
«La pérdida de ingreso de divisas por las restricciones a las exportaciones de carne bovina le significaron al país una cifra cercana a los 15 mil millones de dólares, monto superior a los vencimientos de deuda que posee la Argentina en el 2015. Una política agropecuaria moderna podría haber permitido un ingreso fluido de dólares y haber evitado el cepo cambiario», concluyó.
Ámbito interno.
Pero en el orden nacional «la ganadería le ganó a la agricultura y a la inflación en 2014», dado que los precios de la hacienda en pie subieron entre un 40 y 80 por ciento en el año.
Para el director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Angus, Javier Martínez del Valle, fue el derrumbe del precio de los granos el condicionante de la situación: «Los commodities bajaron no sólo en Argentina sino a nivel internacional».
Así, por ejemplo, se han dado casos extremos como el que ocurre con los pequeños y medianos productores de trigo donde en algunas zonas no hay rentabilidad. «La ganadería le ganó a la agricultura: los precios de la hacienda subieron entre un 40 y un 80 por ciento en un año debido en gran parte a las expectativas positivas de que la ganadería sea rentable», afirmó Martínez del Valle.
El liderazgo ganadero estuvo dado por las hembras cuyas categorías son las que más subieron, lo que significa ampliar la fábrica de vacunos (son las madres de los terneros), pero no se basaron en la perfomance de los novillos.
Faltan ventas.
De todos modos al desarrollo de la ganadería futuro le falta una pata fuerte y es la exportación ya que las ventas externas motivan la producción de carne. «El cierre de las exportaciones pudo ser una solución en el corto para el gobierno, pero no en el mediano y largo plazo porque faltaron animales y kilos, ya que se exporta pesado y ahora hasta 100 kilos menos se les cargan a los animales», indicó el director ejecutivo de Angus, una de las razas bovinas más extendidas en el país.
La exportación, entonces, es un estímulo fuerte para que la Argentina produzca más carne: Los exportadores compran «animales más pesados e impulsan a los productores a agregarle más kilos a los animales», confirmó.
También se dio el fenómeno de productores que hicieron agricultura no ya para vender el forraje sino para transformarlo en carne vacuna. (NA)
Ventas a Liniers desde La Pampa
En 2014, La Pampa consolidó el crecimiento de la remesas de animales del abasto local hacia el mercado concentrador de Liniers, luego de 3 años de caída. En ese lapso, los envíos aumentaron 8,28 por ciento, sobre todo con mejores ventas del segundo semestre.
El total de cabezas que salieron fuera de la provincia hacia Liniers llegó a 101.213, sobre un total país de 1.221.360, con lo cual después de los bonaerenses, La Pampa está segunda en aporte de carne de pradera al país.
La caída de la rentabilidad agrícola frente a las mejores perspectivas para la ganadería, incentivaron la demanda de vientres, mejorando los precios de la cría en la provincia y el país. Los consignatarios -que concentran la mayor parte de sus actividades en las ventas directas al Mercado de Liniers (64 por ciento) y en menor medida en la realización de remates ferias (36 por ciento)- explicaron que si bien el mercado se tranquilizó respecto a meses anteriores, se espera que continúe firme en 2015.
La mejora climática, el incremento de la producción de forrajes y la caída del precio de los granos impactó de lleno en el negocio de la hacienda en La Pampa. Los envíos de camiones jaulas con cabezas bovinas a Liniers por los caminos vecinales y rutas nacionales empiezan a remontar después de la crisis cárnica de 2007. A la fecha el único inconveniente es el costo de los fletes y el kilaje de faena. Pero el problema es la rentabilidad del productor que ve aumentar los precios por la escalera y los costos de producción por el ascensor.
Recomponiendo.
Según datos de los transportistas de los camiones jaulas, el 23,9% de las salidas fueron vacas, el 20,7 por ciento terneros, el 15,6 de terneras, 13,8 de novillitos, 12,9 de vaquillonas, 11,5 de novillitos y el 1,5 por ciento de toros. Las categorías terneros y terneras juntos suman un 36 por ciento de participación, siendo por lejos la más importante, con destino principal a establecimientos dedicados a la recría e invernada y de ahí a la venta directa.
La Pampa provee buena parte de los más exquisitos consumos de las carnicerías y restaurantes de la ciudad de Buenos Aires. Las guías de ganado de animales, la cual nutre de fondos a las comunas locales, si bien sigue siendo bajos en relación a la década pasada, se nota que ingresa nuevamente en una fase de retención de vientres como alternativa económica para mejorar los stock, ante un año que se presenta interesante para la ganadería.
Los datos del año pasado muestran que se vendió mucho más, lo cual influyó en la disminución del stock aunque haya atisbos de retención.
El contexto.
El mercado capitalino en su conjunto incrementó en 2014 sus venta de cabezas en un 6,2% con respecto a igual tramo del año anterior, es decir en valores inferiores a los de La Pampa que crecieron 8,1%. En Liniers, se pasó de 1.142.560 a 1.221.360 cabezas bovinas rematadas para faena entre 2013 y 2014 respectivamente. En la cadena de valor de la carne vacuna existe gran cantidad de actores entre el productor primario local y el mercado consumidor nacional. Rápidamente, se pueden citar a los criadores de reproductores, los criadores de animales, los invernadores, los faenadores o frigoríficos junto a los consignatarios y transportistas.
Fuente: LaArena.com.ar
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