Hace instantes el periodístico Impacto Castex tomó conocimiento que pasadas las 11:30 horas de la mañana, el médico cirujano y Director del Hospital Pablo F Lacoste, Gustavo López, luego de tantas idas y vueltas renunció a su cargo.
La semana pasada este diario había tomado conocimiento de que los pares del Dr López se habían puesto de acuerdo para pedir la renuncia de su Director, por no realizar de manera adecuada su trabajo. Si bien desde Gobierno López fue respaldado, en el día de hoy la situación del directorio era insostenible.
Algunas de las versiones cuentan que el Doctor habría querido impartir un poco de justicia al Hospital castense, quitándole guardias a quienes, un tiempo atrás, tenían cargos predilectos y cobraban las horas de las guardias sin trabajarlas. Las versiones indican que al principio el Director estaba de acuerdo y que cuando les soltó la mano a los acomodados, ellos fueron contra él y pidieron su renuncia.
¿Se habrá salido con la suya?
Tal como adelantó el periodístico de la 99.9 Impacto Castex, se pudo escuchar entre gritos que el Doctor José Luis Alfonso habría manifestado en el Hospital que no iba a parar hasta destituir a López y ser él el próximo Director de la Institución. ¿Logrará finalmente el Dr Alfonso lograr su meta?
La cuestión es que el Hospital Pablo F Lacoste va de mal en peor. Si nos ponemos a mirar detenidamente, poca atención recibimos los ciudadanos castenses en torno al cuidado de la salud por parte del Hospital y la gestión del gobernador de la provincia Ziliotto, incluyendo al Ministro de Salud Kohan y al subsecretario Vera.
Teniendo en cuenta que tenemos un Hospital desprotegido y abandonado, Algunos de los motivos de la renuncia del Dr López tiene que ver con las promesas incumplidas del Gobernador Sergio Ziliotto, quién al comienzo de su mandato se comprometió con los ciudadanos castenses. Fue el propio Gobernador quien dijo que «no se iba a olvidar de los castenses», y actualmente lo único que tenemos es un Hospital que se cae a pedazos, en donde parece que pelear por los cargos altos es más importante que cuidar la salud de los ciudadanos.
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