En el lugar se constituyó la Jueza de Faltas, Daniela Soncini, y personal de Bromatología.
La mercadería fue llevada por empleados municipales al predio donde se encuentran los perros, ya que no era apta para consumo humano pero si para animales.
La Jueza de Faltas, explicó que se secuestraron los embutidos porque “no había correspondencia entre el remito y la mercadería, además el transporte no estaba habilitado para esta actividad”.
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