Fuentes del organismo que conduce Ricardo Echegaray, detallaron que la semana entrante se conocerá esta resolución, que aclarará una norma previa sobre esta cuestión que se había emitido en octubre pasado.
En ese entonces, a través de las resoluciones generales 3665 y 3666 del organismo que conduce Ricardo Echegaray, se fijaron nuevas exigencias, que incluyen la necesidad de que los monotributistas pidan autorización por Internet antes de poder imprimir comprobantes.
En esta ocasión, habrá un régimen informativo que, aunque permitirá que los monotributistas sigan utilizando los talonarios que ya tenían impresos -tal como declaró Echegaray en su última conferencia de prensa-, a la vez los obligará a entrar en la página web de la AFIP para detallar cuántas facturas tienen.
«La idea es evitar el fraude de aquellos que se pusieron a imprimir facturas a lo loco una vez que pusimos la obligación en septiembre pasado de inscribirse en la página web antes de imprimir nuevas facturas», indicó la fuente del organismo.
Echegaray admitió que en los primeros días del año habrá cierto vacío legal porque quedará a criterio de cada empresa si recibir o no las facturas actuales de los contribuyentes o esperar a las que tienen validación previa de la página web del organismo fiscal.
Por esa razón, los inspectores prometen no ser muy estrictos en las fiscalizaciones de las primeras semanas del año y, además, darán plazo hasta marzo próximo para que los monotributistas puedan anotar en la web de la AFIP el stock de facturas que ya tienen impreso.
En particular, habrá una mirada condescendiente hacia los locales de la costa bonaerense en plena temporada turística, entendiendo que el cambio del régimen se produce en un momento clave para esa zona del país.
Para las personas que deban imprimir sus nuevas facturas, ya rige la obligación de entrar en la página web y pedir autorización antes de ir a la imprenta; casi en forma instantánea, la AFIP examinará si los datos del contribuyente están en orden y, con ese comprobante, podrá realizar la impresión correspondiente.
BATERÍA DE CONTROLES
La AFIP además verificará que las facturas tengan actualizado el domicilio fiscal y no tengan inconsistencias, que tengan habilitado el o los puntos de venta, si corresponde; que se encuentre declarada y actualizada la actividad económica, según el «Clasificador de actividades económicas»; que estén categorizados como responsable inscripto, exento o no alcanzado en el impuesto al valor agregado o adherido al régimen simplificado para pequeños contribuyentes, según corresponda; que hayan presentado la totalidad de las declaraciones juradas del IVA y del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), según corresponda, de los últimos doce períodos fiscales, y que hayan presentado hasta el penúltimo mes anterior al de la solicitud la última declaración jurada del impuesto a las ganancias.
Los nuevos controles generaron controversias entre los contadores, que creen que, con el fin de controlar a los evasores que usan el monotributo para «vender» facturas, la AFIP termina perjudicando a muchos pequeños contribuyentes que se manejan en forma legal.
Los especialistas, en tanto, criticaron que se pongan más trabas a los buenos contribuyentes. Al respecto, Alejandra Schneir dijo que «todo control es lógico si se quiere combatir la evasión porque se sabe que se ha usado la figura del monotributista para beneficiar a otros contribuyentes, pero la AFIP podría hacerlo de otra manera, porque cuenta con una gran cantidad de información como para fiscalizar a la gente sin necesidad de aplicar este tipo de regímenes informativos». Según la especialista, «se hace pagar a justos por pecadores y además es espantoso hacer el cambio en esta época del año».
Por otro lado, su par Félix Rolando dijo: «No está mal el control, porque busca combatir las facturas simuladas vía la factura electrónica y ayuda a recaudar, aunque es antipático que se generen tantas obligaciones en cabeza de los contribuyentes particulares»
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