Según un estudio el tipo de estrés y la magnitud de su valoración determinan su interacción con el sistema del dolor. Los investigadores aconsejan reducir nuestra exposición a situaciones estresantes.
El estrés aumenta significativamente la intensidad del dolor y reduce la capacidad para hacerle frente, según un nuevo estudio llevado a cabo por el Departamento de Fisioterapia de la Universidad de Tel Aviv (Israel) y cuyos resultados se publican en la revista Pain.
La investigación contó con la participación de 29 hombres que se sometieron al programa MIST (Montreal Imaging Stress Task), un algoritmo informático diseñado para inducir el estrés psicológico. Primero, se les pide a los participantes que respondan a una serie de preguntas pero previamente se les dice que la puntuación media que suele lograr una persona en este test es del 80-90%. Sin embargo, por más que lo intenten, sus resultados no pueden alcanzar más del 45%, lo que les pone automáticamente en una situación de estrés.
Antes y después de esta prueba, los voluntarios se sometieron a una serie de experimentos para evaluar su umbral del dolor respecto al calor y su capacidad para hacer frente a esta clase de dolor (aumentando gradualmente la intensidad del mismo y preguntando acerca de su tolerancia).
Según sus niveles de estrés, los 29 participantes fueron divididos en grupos, descubriendo que los hombres que experimentaron mayores niveles de estrés psicológico tenían una capacidad mucho menor de soportar el dolor, en comparación con los hombres que tenían menores niveles de estrés.
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