ubicada en calle 9 entre 20 y 22, María Echevarría protagonizó una emotiva protesta exigiendo la devolución de sus dos nietos, Aban, de 5 años, y Gema, de 1 año y 3 meses. Los niños fueron retirados de su hogar por presunta situación de peligro, un hecho que la abuela niega categóricamente.
“Los crié desde que nacieron”
En diálogo con En Boca de Todos HD, María relató su profunda angustia: “Desde que nacieron, Aban y Gema vivieron conmigo. Yo los crié como a mis hijos. Aban me llama mamá y Gemita también. Ellos son todo para mí”, expresó entre lágrimas. La abuela aseguró que los pequeños nunca estuvieron en peligro y que siempre estuvieron bajo su cuidado y protección.
El motivo de la separación
Según Echevarría, el jueves de la semana pasada recibió una visita de trabajadoras sociales en su hogar, quienes alegaron haber recibido una denuncia de desnutrición por parte del hospital. La abuela explicó que Aban tuvo problemas intestinales en el pasado, pero enfatizó que nunca le faltó alimento ni cuidado. “Tengo testigos, mis vecinos saben que siempre estuve con los nenes, nunca les faltó nada”, afirmó.
Un malentendido que agravó la situación
María relató que, durante la visita de las trabajadoras sociales, estas observaron a un hombre durmiendo en una de las habitaciones, lo que fue interpretado como una situación de peligro para los niños. “Era mi hijo, el tío de los chicos, que estaba durmiendo. No preguntaron quién era y asumieron que estaban en peligro”, explicó.
Condiciones de vida y apoyo comunitario
La abuela aseguró que los niños vivían en condiciones adecuadas. “Tienen sus piezas, juguetes, ropitas y todo lo que necesitan”, declaró. Aunque no recibe la asignación familiar directamente, su hija, madre biológica de los niños, le transfiere el dinero para cubrir sus necesidades. Además, contó con el apoyo de su esposo, quien trabaja, y la ayuda de vecinos y familiares.
Esperanza de reunificación
Durante su protesta, Echevarría desplegó banderas y pancartas frente al Ministerio, buscando visibilizar su situación. Minutos después, recibió un llamado del director de Santa Rosa, quien le informó que las trabajadoras sociales se comunicarían para establecer un plan de trabajo con el fin de que los niños regresen a su hogar. “Estoy luchando por mis hijos, porque eso son para mí. Ojalá pronto los tenga de vuelta conmigo”, concluyó emocionada.
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