Tomar agua limpia y fresca no solo es importante para los humanos, sino que también para los perros. Por eso, es fundamental conocer cuántas cantidades deben tomar por día para cuidar su organismo, prevenir enfermedades y que puedan realizar sus actividades con energía.
Aunque no existe una cantidad exacta de agua que todos los canes deban beber, la veterinaria Jennifer Larsen asegura que lo más recomendable es que tomen 29 mililitros de agua por cada 500 gramos de peso. Pero, hay que considerar factores individuales para garantizar que nuestra mascota reciba la cantidad adecuada:
- Tamaño: los perros más grandes suelen necesitar más agua que los pequeños.
- Peso: el peso es un factor clave. Por lo general, se recomienda que un perro beba entre 30 y 50 ml de agua por kilo de peso al día.
- Actividad física: los perros activos, especialmente en climas cálidos, necesitan beber más agua para reponer líquidos perdidos por el sudor.
- Alimentación: la dieta también influye. Los alimentos secos suelen requerir más agua que los húmedos.
- Edad: los cachorros y los perros mayores pueden tener necesidades de hidratación ligeramente diferentes.
- Clima: en climas cálidos y secos, los perros necesitan beber más agua.
Es muy importante que el líquido esté limpio y el tipo de recipiente que use es clave, porque tiene que ser fácil de higienizar y además, ser del tamaño adecuado. Si el animal esquiva la hidratación, la comida húmeda puede ayudar a aumentar la ingesta de líquidos.
¿Cuáles son los síntomas de deshidratación en perros?
Si los animales no toman agua, su salud corre grave peligro. Muchas veces puede ser difícil conocer el estado de nuestras mascotas. Por eso, es fundamental prestar atención a sus actividades y a los siguientes síntomas:
- Piel menos elástica: si pellizcamos la piel de la nuca y al soltarla tarda en volver a su lugar, es un indicio de deshidratación.
- Encías secas y pegajosas: las encías de un perro sano suelen estar húmedas y de un color rosado. Si están secas o pegajosas, es una señal de alarma.
- Ojos hundidos y menos brillantes: los ojos de un perro deshidratado pueden parecer más hundidos y menos brillantes de lo normal.
- Poco apetito: la deshidratación puede provocar una disminución del apetito.
- Letargo: el perro puede mostrarse más cansado y menos activo de lo habitual.
- Orina oscura y escasa: la orina de un perro deshidratado suele ser más oscura y menos abundante.
- Vómitos y diarrea: estos síntomas pueden causar una deshidratación rápida, especialmente en cachorros.
- Jadeo excesivo: aunque el jadeo es normal en los perros, un jadeo excesivo puede ser un signo de deshidratación.
Ante la presencia de cualquiera de estos signos hay que llevar al can con un profesional a que evalúe la situación. El tratamiento dependerá de la gravedad de la deshidratación y puede incluir la administración de líquidos por vía intravenosa. Con la llegada de altas temperaturas es importante ponerse en alerta.
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