El maratonista bahiense José Ignacio Sallago murió el domingo en Mar del Plata tras escapar en motocicleta de la policía y chocar contra un patrullero que le cortó el paso. El deportista de 33 años participó en varias ediciones de la maratón internacional A Pampa Traviesa y de otras competencias pedestres.
La Fiscalía de Delitos Culposos inició una causa por la muerte del motociclista que falleció tras chocar con un patrullero que le cortó el pasó en una persecución por averiguación de identidad, que investiga el accionar de los policías que participaron en el hecho.
Por el momento, la carátula del hecho es “homicidio culposo” y desde la fiscalía ya ordenaron que se realicen las pericias mecánicas y accidentológicas del siniestro.
La investigación se centra en determinar si la maniobra se ajustó a los protocolos del Ministerio de Seguridad, es decir si el policía cometió una infracción o actuó con exceso al cruzarle el patrullero a Sallago, quien no tenía antecedentes penales.
El domingo la policía comenzó a seguir a Sallago en el centro ante la negativa del motociclista para detenerse y ser identificado. Al huir del lugar, los policías tuvieron la sospecha que podrían estar ante un posible delincuente y comenzaron a perseguirlo por las calles de la ciudad, hasta que en Independencia y Juan José Paso otro patrullero se le cruzó al motociclista, lo que provocó el choque que terminó en la muerte de la víctima, informó el medio La Prensa.
Tanto la moto Bajaj Rouser que conducía Sallago –que fue robada en febrero-, como el patrullero, quedaron secuestrados y serán peritados en la investigación por “homicidio culposo”.
- “No era delincuente”
Compañeros del equipo JM Corredores lo definieron como alguien respetuoso y comprometido con entrenar y progresar. “No era ningún delincuente“, expresó uno de sus compañeros, enojado con las primeras versiones difundidas por la policía y agregó: “Tenía los papeles de esa moto, estaba por hacer la transferencia. No sé qué le pasó por la cabeza, solo él sabe por qué escapó“, publicó La Capital.
Otro compañero de atletismo aseguró que la había comprado y que incluso estaba por contratar a un gestor para hacer los papeles de transferencia. “A esa moto la compró por el trabajo, él era vendedor de una distribuidora de golosinas y necesitaba un vehículo más grande para recorrer zonas alejadas de Mar del Plata. El dueño de la distribuidora le había prestado plata y ahí pudo comprar esa la moto”, contó Leandro Pérez Lazarte.
Deja tu comentario!