“Ha venido durante todo el día gente a darle gracias a Dios y a pedir paz. Esos son como los dos pedidos más grandes que hemos tenido.”, sostuvo el religioso Diego González, sacerdote de la parroquia de San Cayetano donde ayer cientos de creyentes se acercaron con motivo de esa festividad.
“Esta vez decidimos no hacer la tradicional procesión porque la misa va a ser recién a las 19 y va a ser un poco tarde, y con bastante frío… Pero de todos modos hoy desde temprano muchas personas llegaron para rendir homenaje, pedir y agradecer al patrono del pan y del trabajo”.
La calle Pilcomayo, frente a la parroquia que lleva el nombre del santo se vió muy transitadas durante todo el día, con personas que llegaban a pie o en vehículos. Todos se esforzaban por tributar una plegaria, y en los puestos ubicados al efecto podían adquirir espigas de trigo, velas y fotos de San Cayetano.
- Venerar al patrono del trabajo
Diego González, sacerdote de la parroquia dijo que “ha venido mucha gente desde muy temprano y por suerte nos tocó un día hermoso. Desde las 7 de la mañana llegó gente, sobre el mediodía se empezó a congregar más y hubo mucho movimiento. Todos llegaron para venerar al patrono del pan y el trabajo”.
Agregó que también se pidió por paz, y consultado sobre si tiene que ver con los desencuentros de estos tiempos contestó: “No sé la causa de todo, de cada persona que te comparte algo. Algunos vienen con problemas de enfermedad, problemas quizás en las familias, en los hogares. Pero obvio que también están los problemas económicos, y todas las situaciones que viven siempre generan inquietud y malestar. Creo que es un conjunto de un montón de cosas, pero al santo siempre se le viene a pedir eso”.
- Una fiesta popular
Explicó que cada 7 de agosto “celebramos a nuestro San Cayetano, nuestro patrono, que en la Argentina es el patrono del pan, del trabajo y de la paz, especialmente. Siempre son esas tres cosas que se lo asocian o se le piden. Es una fiesta muy popular porque viene gente, incluso hasta de otras denominaciones cristianas. E incluso algunos que no creen pero vienen igual…”, completó.
- Por qué San Cayetano
Y podía verse que todo el tiempo personas mayores, pero también muchos jóvenes, pasaban frente a San Cayetano, pidiendo a los párrocos presentes una bendición, y tratando de tocar con sus manos las imágenes ubicadas dentro y fuera de la parroquia. “Es una fiesta del pueblo de Dios, realmente”, sostuvo el cura.
“¿Por qué el 7 de agosto? Se instauró San Cayetano a nivel universal de la Iglesia, porque cuando se canoniza un santo se fija la fecha de la fiesta patronal. San Cayetano fue un presbítero de Italia. En su época lo que le movió el corazón era la falta de fervor que había, menos fe en la gente y en el presbiterio entre los curas. Entonces la veneración del santo comienza a ser una asociación de sacerdotes, desde ahí con la intención de renovar la fe de los curas y también del pueblo de Dios. Y en eso de ir renovando y trabajando por renovar la fe va encontrándose con los dolores del pueblo, que era la falta de pan, la falta de trabajo y con hermanos enfermos que estaban en la calle. Y bueno, empieza a trabajar con otros religiosos para sostener toda esa situación”.
- “El pueblo tiene fe”
El sacerdote, preguntado si se advierte una crisis de fe no lo confirmó: “Yo no puedo decir eso. Me da la sensación que el ser humano busca tener un contacto con la fe siempre. Somos seres que tenemos fe. Incluso con otras religiones. Incluso con otras religiones”.
Y agregó: “El tema es dónde depositamos la fe. San Cayetano es precisamente testimonio de que el pueblo tiene fe. Incluso esto: aún cuando están enojados con tal o con cual, o no creen, o no vienen por ejemplo todos los domingos a misa, o son de otras denominaciones cristianas, al santo le vienen a venerar. Quizás porque todos necesitamos tener el contacto con Dios”.
Dijo luego que “este año no tenemos procesión. Simplemente porque cuando organizamos la fiesta patronal, a principios de mes, como caía en lunes y la misa va a ser tarde –después de las 19– ya cuesta más organizar. Y se dificulta que la gente pueda participar. Sólo por eso esta vez no hubo procesión”, cerró.
- Los fieles
Después, algunos creyentes dijeron lo suyo.
Cristian, un joven de 23 años indicó que venía a pedir por trabajo. “Estaba en un comercio que el año pasado despidió empleados y estoy haciendo changas. Le pido al santo que me ayude, porque tengo esposa y un chiquito de dos años”, indicó.
Marcela por su parte llegó para agradecer. “Sólo eso”. Otro señor mayor agradeció porque sus hijos tienen trabajo, y también abogó “por una argentina en paz”.
La festividad de San Cayetano, como cada 7 de agosto, no pasó inadvertida.
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