Un joven deberá cumplir 4 años y dos meses de prisión, debido a la condena que recayó en su contra por haber cometido un raid delictivo en General Acha. Los hechos se registraron en el mes de marzo, en perjuicio de dos vecinos de la localidad.
La sentencia fue dictada por el juez de audiencia Raúl Miguez Martin, a instancias del acuerdo de juicio abreviado presentado por el fiscal general Sebastián Mendiara. Durante la audiencia desarrollada el lunes -vía remota, por Zoom-, también participaron el defensor Marco Mezzasalma y el propio imputado, quienes prestaron su conformidad respecto a la calificación legal y la autoría de los hechos investigados.
Tras haberse homologado el acuerdo de juicio abreviado por parte del Tribunal de Audiencia, Facundo Castia Aberastury (27 años), resultó culpable de los delitos de hurto de vehículo dejado en la vía pública, robo agravado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no pudo ser acreditada y amenazas agravadas –coactivas-, todos en concurso real. Además, fue declarado reincidente.
En esa misma sentencia, se unificó por composición la pena impuesta, con la pena de cuatro años de prisión que le fue aplicada por el Tribunal Criminal 1 de Bahía Blanca, por otros delitos cometidos allí.
El 9 de marzo cerca de las 18 horas, Facundo C.A. sustrajo una moto Motomel (modelo C-150, dominio 246LAB) que pertenecía a un albañil que realizaba trabajos en un domicilio ubicado en sector oeste de la ciudad. Luego fue interceptado por personal de Tránsito del municipio, que al constatar que no poseía la documentación de la motocicleta, procedió a su secuestro. Pero eso no concluyó ahí, debido a que a horas 19.30, sorprendió a una vecina mientras hablaba por teléfono en su auto, la amenazó de muerte, tomó el volante, y huyó realizando maniobras abruptas. Una vez que llegó a la esquina de Balcarce y Garrido, la mujer aprovechó que frenó por el semáforo, y se bajó del auto. Frente a ello, el imputado huyó en el Ford Fiesta Max (HAJ267) por calle Balcarce con dirección norte, hacia ruta nacional 152, dejándolo abandonado en ruta nacional 35, entre los kilómetros 287 y 288, siendo hallado dos días después por personal de la Brigada de Investigaciones UR-1 de Santa Rosa.
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