Francisco Vivandelli salió del hospital. Tiene problemas en la vista y aún no camina. Lo espera una larga rehabilitación. Hay cuatro policías acusados.
Después de permanecer dos meses y medio internado en el Lucio Molas, donde ingresó inconsciente y en grave estado, el joven Francisco Vivandelli salió del hospital y se recupera de las graves lesiones que sufrió en su cabeza en su casa, en General Acha. Todavía tiene secuelas del golpe en la cabeza que sufrió en la comisaría de esa localidad: tiene problemas en la vista y no puede caminar.
El padre del joven, Guillermo Vivandelli, le contó a El Diario que los médicos le dijeron que su evolución depende del tratamiento que inicie con un oculista y de la rehabilitación kinesiológica. Además, reveló, deberá iniciar un tratamiento sicológico porque quedó “shockeado” y con “miedo” a partir de lo que sucedió en la comisaría. “Lo psicopatearon, tiene mucho miedo”, dijo el padre.
La fiscalía de General Acha ya impulsó la acusación a cuatro policías de esa comisaría, que fueron pasados a pasiva por la fuerza, por el delito de vejaciones y severidades. Hay testigos, presos, que testimoniaron que Vivandelli fue golpeado por los efectivos en el patio de la comisaría.
El golpe que le provocó las lesiones más graves, según los funcionarios judiciales, se habría ocasionado cuando cayó del camastro de su celda, de cabeza, en el piso. Aunque ese punto sigue en materia de investigación judicial.
Vivandelli tiene 27 años y fue detenido por la policía en la fase de la cuarentena más estricta, supuestamente por no respetarla. Lo detuvieron en la casa de su madre y lo llevaron preso.
Según la acusación de la fiscalía, el pasado sábado 28 de marzo, alrededor de las 7, personal policial en momentos en que se disponían a realizar el cambio de guardia y previo a concretarlo, lo sacaron de la celda en la que estaba y también del pabellón y lo trasladaron hasta el patio interno. Una vez allí, lo obligaron a hacer gimnasia y lo agredieron físicamente mediante golpes en la cara, lo que le produjo un hematoma en el párpado superior del ojo izquierdo y eritema en arco supraciliar derecho. Posteriormente a este hecho, según los testigos, el joven se arrojó de la cucheta de su celda, y se produjeron las lesiones que derivaron en su internación.
De la comisaría salió directamente hacia la terapia intensiva del Molas –donde fue trasladado- y luchó durante varios días al borde de la muerte.
Después, lentamente, fue recuperándose. El viernes pasado los médicos le dieron el alta y regresó a General Acha. Su padre, Guillermo Vivandelli, agradeció la atención del personal del hospital y de los cirujanos que estuvieron a cargo de una delicada intervención en la cabeza de su hijo. También dijo que el concejal Juan Lima, el Club de Leones y la Secretaría de Derechos Humanos los apoyaron en el proceso.
“Mi hijo está en rehabilitación. No tiene bien la vista, tiene que ir al oculista, y todavía no camina. Se le va el cuerpo para un lado o para el otro. Por ahí puede caminar con un andador”, contó.
Según contó, los médicos le dijeron que “falta mucho tiempo de rehabilitación” para saber si le quedarán secuelas de la grave lesión que padeció en su cabeza.
“De la mente está bien, se acuerdo de las cosas, de que estábamos trabajando en el campo. Creo que eso no le afectó, a pesar de que fue muy grande la operación”, dijo.
En cuanto a lo sucedido en el interior de la comisaría de Acha, Vivandelli confió: “Tratamos de no hablarle de eso porque está perturbado, mal sicológicamente, lo psicopatearon tanto los policías, le dijeron tantas cosas, que está shockeado, con miedo”.
El padre contó que Francisco también deberá hacer tratamiento sicológico para superar los temores que lo acongojan en la actualidad.
Vivandelli dijo que él vive de “changas”. Aunque agradeció a la comunidad achense ya que, por ejemplo, han hecho colectas en urnas para ayudarlos.
“También tengo que conseguir un abogado para ver cómo hacemos para que todo esto salga a la luz y se haga justicia. Que los fiscales se pongan en el lugar de la gente. Le bajaron la preventiva a los policías el otro día, yo no sé por qué estas causas son excarcelables. No lo entiendo”, se quejó.
Finalmente, pidió que “la gente le pierda el miedo a la policía y haga las denuncias, porque si no la van a seguir masacrando”.
Fuente: El Diario
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