En tiempos en que el coronavirus sigue dejando una dolorosa marca en la sociedad mundial y sobre todo a nivel salud, un elemento clave se agrupó a favor de los seres humanos para evitar una situación aún más catastrófica: se trata de la telemedicina, que permite ingresar al hogar para contestar consultas médicas sin necesidad de que paciente y doctor compartan un mismo espacio físico.
Una nueva manera de hacer medicina que, por lo que se aprecia, será el formato del futuro en varias especialidades, incluso en aspectos urgentes de tratar. Es sabido que este método ya existe desde hace años, pero con la situación actual que se vive en el mundo se ha vuelto un aliado de oro para los profesionales de la salud que deben hacer un seguimiento de los enfermos.
Para darle una definición a esta comunicación entre ambas partes, hay que decir que es “la prestación a distancia de los servicios clínicos respaldada por la infraestructura de las telecomunicaciones. Un método que propone mejorar la estrategia mundial de los tratamientos médicos”.
Opinión calificada
Respecto de este método, el doctor Roberto Cerutti (MN 41.050 y presidente de la Asociación Argentina de Cirugía) agregó que “esta comunicación instantánea a través de imágenes, sonido y texto nos permite realizar una gran cantidad de consultas, sin la necesidad de que el paciente se traslade a los consultorios. Es decir, es la posibilidad concreta de acceder a un profesional médico desde cualquier lugar y a través de cualquier dispositivo que se utiliza habitualmente en la vida cotidiana (celular, computadora, tablet, etc.). Esto resulta altamente beneficioso para personas que viven geográficamente lejos de sus centros de salud de referencia, pero también evita las salas de espera y posibles contagios, así como largas demoras en las visitas del especialista a domicilio, previene el autodiagnóstico y además supone el ahorro de una gran cantidad de dinero en el sistema de salud, derivado de desplazamientos, urgencias y hospitalizaciones. También en el plano académico permite brindar capacitaciones científicas a los profesionales y educación en salud al público en general”.
Herramienta útil
Más allá del aislamiento social, preventivo y obligatorio, en el cual está inmersa gran parte de la población de todo el mundo, es fundamental que algunas consultas, tratamientos y chequeos no se abandonen para evitar un mayor riesgo a futuro.
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En estos casos es que la teleconsulta se vuelve una herramienta fundamental para pacientes oncológicos, en lista de espera para un trasplante, los que ya fueron trasplantados, pacientes con enfermedades cardiovasculares y otras patologías que requieren un seguimiento adecuado.
Todo oficial
Esta situación es aclarada en la resolución 282/2020 en el Boletín Oficial de principios de abril pasado, considerando que ante este contexto extraordinario, el uso de plataformas de teleasistencia y/o teleconsultas es una herramienta idónea para poder garantizar las prestaciones de demanda esencial e impostergable, y que también se deben garantizar por vía de teleasistencia todas las prestaciones que requieran continuidad de tratamiento, con el fin de evitar interrupciones que resulten en el empeoramiento grave e irresistible del cuadro de base.
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Ahora bien, a la hora de saber qué es una teleconsulta, el profesional relató que “es la búsqueda de información médica o asesoramiento por personal médico local o externo, utilizando tecnología de información y telecomunicación. Puede desarrollarse entre pacientes y profesionales de la salud o entre estos últimos. En la actualidad es la de mayor uso por ser la consulta médica la base de la práctica clínica de la medicina, representando el 35 por ciento del uso total de las redes sociales de la telemedicina”.
Sincronía o asincronía
Cabe destacar, que la comunicación entre el médico y el paciente puede realizarse vía directa o por medio de terceras partes, siendo su interacción en sincronía o asincronía.
1) Asincrónica: se desarrolla con el envío de información clínica y su posterior asesoramiento y ocurre un tiempo después. Por ejemplo: la teledermatología donde se envían imágenes adjuntas en un mail para referir consultas o compartir casos clínicos. Los involucrados no tienen que estar presentes. También la teleoftalmología, teleneurología, otorrinolaringología, etc. Es decir, son temas que no requieren una respuesta inmediata porque no son de carácter urgente o de gravedad.
2) Sincrónica: se desarrolla en tiempo real involucrando la participación tanto de pacientes como de los profesionales de la salud. Se utilizan habitualmente en cirugía y psiquiatría.
Todo a favor
En tanto, la Asociación Argentina de Cirugía advirtió que en estos tiempos particulares la teleconsulta de ambas maneras tiene beneficios para el paciente, porque disminuye la ansiedad y preocupación, ya que confirma que el diagnóstico y el tratamiento no son descuidados. Además, genera empatía con el profesional que está pendiente del desarrollo y la evolución. También evita la exposición en centros de salud en caso de que no sea necesario, evita el autodiagnóstico mediante la búsqueda de información disponible en la web y asegura la continuidad de la calidad de vida.
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