Un hombre de 30 años, que había sido detenido y luego liberado en horas de la madrugada por no poder justificar la procedencia de los objetos que llevaba, fue arrestado horas después, cuando una expareja lo denunció por disturbios y un vecino lo reconoció como el autor de un robo.
El primer episodio ocurrió a las 4:10 de este lunes, cuando policías de la Seccional Segunda fueron alertados por un llamado que advertía sobre un hombre en actitud sospechosa en la esquina de las calles Carmona y Antártida Argentina, en el barrio San Cayetano. Al llegar, los efectivos interceptaron a un muchacho de 30 años que portaba un bolso, una notebook, un taladro y varios documentos. A pesar de que no pudo justificar la propiedad de estos elementos, se iniciaron actuaciones simples y el sospechoso fue liberado.
El desenlace de esta historia tuvo lugar a las 7:35 de la mañana, cuando la policía recibió otra llamada por un problema de pareja en la calle Ángel Nieto, a pocas cuadras de allí. Al llegar al lugar, una mujer denunció a su expareja, quien la estaba molestando y se mostraba «violento». Se trataba, precisamente, del mismo hombre que había sido liberado horas antes.
En ese mismo instante, un vecino de la calle Carmona al 1000 se presentó en la comisaría para denunciar el robo de una notebook, un taladro y otros objetos. La descripción de los elementos coincidía plenamente con los que llevaba el sospechoso que había sido detenido y liberado.
Con las pruebas en mano, la situación del acusado se complicó aún más cuando su expareja, en medio de la situación, entregó a los agentes una botella de Fernet, una de Gancia y un parlante que el individuo le había llevado a su casa. El hombre fue inmediatamente detenido y se le inició una causa por robo, desentrañando un hecho que, de no ser por una serie de casualidades, podría haber quedado impune.
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