El dolor inconmensurable de una madre se convirtió en el motor de un clamor colectivo. Joa Hernández, quien perdió a su madre, hermana y dos hijos en el brutal choque del pasado sábado en la Ruta Nacional 151, encabezará este martes la movilización que unió a vecinos de Catriel y 25 de Mayo. Su voz, rota por la tragedia, resuena en cada grito de «Justicia» y «Obras ya».
«Nunca imaginé perder casi toda mi vida en segundos», lamentó Joa en un desgarrador comunicado previo a la marcha, que resumió la magnitud de la tragedia ocurrida en el kilómetro 921 de la Ruta 151, conocida como La Escondida. Allí, en medio del temporal de nieve, un Volkswagen Gol colisionó de frente contra un camión, cobrándose la vida de Susana Mirta Rojas (62), Milagros Abigail Segura (20), Maikol Fabián Monzón (19) y la pequeña Luz Aranza Ibarra (7).
La marcha que une dos pueblos
La convocatoria del Frente de Acción Vecinal y el apoyo de los municipios de Catriel y 25 de Mayo (que dispuso transporte para los vecinos) materializarán el «abrazo simbólico» a una ruta que se ha cobrado demasiadas vidas. La Ruta 151, con su histórico deterioro, volvió a ser señalada como la principal responsable del desastre.
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, no tardó en sumarse al repudio generalizado, responsabilizando directamente al Gobierno nacional de Javier Milei. «Hay una realidad que venimos denunciando hace muchísimo: el abandono de las rutas nacionales en Río Negro», reprochó el mandatario, quien confirmó la presentación de una demanda judicial contra el Estado nacional porque «la desidia mata».
El dolor que se hace voz
Pero más allá de los reclamos políticos, fue el testimonio de Joa Hernández el que conmovió a toda la región. «No sé cómo voy a hacer, cómo seguir, no encuentro camino», expresó la mujer en redes sociales, agradeciendo el apoyo masivo y pidiendo fuerzas por sus otros tres hijos.
Con una entereza admirable, la madre de Maikol y Luz Aranza, y también hija de Susana y hermana de Milagros, compartió su dolor más íntimo. Despidió a su «mamita, mi pilar, mi amiga», a su «princesa de mis sueños, la luz de mis ojos», a su hijo Maikol, de «buen corazón, compañero, buen hijo, trabajador», y a su «hermanita hermosa, la tía Abi».
«Vamos a estar en esa convocatoria pidiendo justicia señores políticos, que esto no le pase a más nadie. Con los pedacitos de mi corazón agradecemos y pedimos que nos acompañen», sentenció Joa, dejando en claro que su dolor individual se ha transformado en un poderoso llamado a la acción. La tragedia de la Ruta 151 no solo dejó cuatro víctimas fatales, sino que reavivó una lucha que los vecinos están decididos a no abandonar.
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