Son las 9:00 de la mañana. En los estudios de Radiofónica Pico reina un clima tenso. Guido Portis Ricciardi, abogado defensor y querellante en la causa, se acomoda los anteojos antes de hablar. Sabe que lo que va a contar no es fácil de digerir. Del otro lado del vidrio, el conductor del programa “Esto es un Quilombo”, Christian Caluori, ajusta el volumen del micrófono. El tema del día no es menor: Kevin Quiroga, un joven pampeano, habría recibido un disparo a quemarropa por parte de un efectivo policial.
La escena ocurrió semanas atrás. Según los testimonios recogidos hasta el momento, el agente habría efectuado un disparo con una escopeta con munición no letal, pero desde una distancia tan corta que el impacto resultó devastador. Se mencionan perdigones, cartucho de goma, y una trayectoria que podría haber sido mortal si el tiro se desviaba apenas unos centímetros. Hasta ahora, no hay un video confirmado del momento exacto del disparo, pero, de acuerdo a la defensa, sí existen imágenes posteriores que muestran la gravedad de las heridas.
“Kevin está muy mal. Física y emocionalmente destruido”
Lo que sigue no es especulación. Son palabras firmes, dichas por quien representa legalmente a Kevin. “Está muy dolorido, tanto física como espiritualmente. Tiene miedo de salir a la calle”, afirma sin rodeos el abogado Portis Ricciardi. “Se encuentra en una situación de estrés postraumático importante. No puede mantenerse sentado por mucho tiempo y su vida quedó totalmente frenada”, agrega.
El disparo le atravesó el brazo por la parte frontal, cerca de la axila. “La herida es muy grande. El médico que lo atendió le indicó que mantenga el brazo inmovilizado como si estuviera sancionado. La cicatriz va a ser significativa, y aún no se sabe si podrá recuperar la movilidad al cien por ciento. El pronóstico es reservado”, detalla el letrado.
Cruce de denuncias, pero un solo cuerpo herido
La causa tiene su complejidad judicial. Guido Portis Ricciardi lo explica con claridad: “Estoy como abogado defensor y también como querellante. Hay denuncias cruzadas. El personal policial denuncia a Kevin por una conducta antijurídica, pero el hecho concreto es que quien terminó gravemente herido fue mi cliente. El impacto balístico lo sufrió él”.
Kevin ya declaró ante fiscalía. “La fiscalía pidió repetir su primera entrevista para que tenga validez como imputado e investigado. El policía también declaró e incluso nombró a otros compañeros. Aun así, hay mucha cautela respecto a los nombres y roles exactos. El fiscal Agüero está a cargo y hay un equipo trabajando con seriedad”, sostuvo Portis Ricciardi.
Sobre el abogado del policía, prefirió no dar detalles: “No es un secreto, pero dejemos que eso corra por cuenta de ustedes”.
Una vida en pausa
La familia de Kevin tiene fuertes vínculos con el mundo de la seguridad. Su padre y su abuelo son policías. “El papá estaba de vacaciones cuando pasó esto. Imaginate el shock. Kevin me dijo que si el disparo iba unos centímetros más a la derecha, no la contaba”, relató su abogado.
Mientras tanto, Kevin sigue su recuperación con ayuda médica y contención familiar. También está buscando terapia. “Lo que le pasó fue inesperado y realmente horroroso. Ver las imágenes sin vendas es algo impresionante”, remarcó el abogado.
¿Y la justicia?
Consultado sobre los tiempos judiciales, Guido fue claro: “Esto puede durar mucho. La parte penal puede avanzar más rápido. La civil, no. Pero si hay una sentencia penal, el juez civil podría avanzar más fácilmente. La verdad es que confiamos muchísimo en la justicia pampeana. Funciona muy bien”.
Antes de despedirse, deja una última reflexión:
“El joven casi pierde el hombro. Está vivo de milagro. Y por eso vamos a ir hasta el final”.
El caso sigue en investigación. Las imágenes, pericias y testimonios serán claves para determinar responsabilidades. Mientras tanto, Kevin Quiroga intenta, día a día, reconstruir la vida que aquel disparo le interrumpió.
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