El pasado 28 de abril, una situación irregular detectada en un control vehicular de rutina derivó en una investigación con múltiples aristas judiciales. Dos individuos oriundos de Miguel Riglos fueron aprehendidos preventivamente y, tras declarar, recuperaron la libertad bajo condiciones impuestas por la Justicia. La causa involucra presuntos delitos vinculados al «abigeato», la «tenencia ilegal de armas» y la «violación de leyes de conservación de fauna».
El procedimiento comenzó durante la tarde en el Puesto Caminero El Durazno, ubicado sobre la Ruta Provincial 14, cuando personal policial detuvo una camioneta Ford F-100 de color negro, conducida por un hombre y una mujer. Al ser requeridos, ambos se identificaron como empleados de un establecimiento rural denominado “Don Teodoro”.
Lo que llamó la atención de los efectivos fue que transportaban cortes de carne vacuna sin refrigeración, envueltos en telas y dentro de un tambor metálico de 200 litros. Al ser consultados, los ocupantes del vehículo aseguraron que el animal había sido faenado por ellos mismos, y que el destino de la carne eran carnicerías de las localidades de Victorica y Telén.
Inicialmente, se labraron actuaciones por presunta infracción a la «Ley 817», con intervención del organismo nacional «SENASA». Sin embargo, la situación tomó un giro más complejo cuando, tras una pesquisa conjunta entre la Patrulla Rural Zona Oeste, la Comisaría Departamental Victorica y el Destacamento Carro Quemado, comenzaron a surgir dudas respecto a la versión brindada por los empleados.
Marcelo Bustos Paulino, responsable de la Coordinación Oeste, confirmó que la intervención policial dio origen a múltiples causas judiciales y al allanamiento del establecimiento rural, en el que se habrían detectado otras irregularidades, vinculadas con la caza ilegal y la posesión no autorizada de armamento.
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