Un vecino de General Pico advirtió sobre la notable disminución del nivel del agua en la Laguna «La Arocena», un símbolo natural de la ciudad que se ve afectado por la persistente sequía en la región. En los últimos meses, las costas de la laguna han crecido debido al retroceso del agua, dejando al descubierto numerosos desechos que permanecían ocultos bajo la superficie.
La Reserva Natural Urbana fue creada en torno a «La Arocena» y abarca una superficie de 171 hectáreas, hogar de una gran diversidad de flora y fauna autóctonas. Este espacio no solo contribuye al equilibrio ambiental, sino que también se ha convertido en un lugar de recreación y descanso para la comunidad piquense.
Ubicada a unos cinco kilómetros del centro de General Pico, la reserva alberga más de un centenar de especies de aves y miles de ejemplares arbóreos que forman pequeños bosques. Estos últimos son muy valorados por las familias que buscan disfrutar de actividades al aire libre, especialmente los fines de semana.
Además de ser un espacio para la pesca, la laguna ofrece senderos de interpretación autoguiados, parrillas, bancos, sanitarios, juegos infantiles, sectores deportivos y un Salón de Usos Múltiples, donde se pueden realizar reuniones y eventos.
La disminución del caudal de agua no solo afecta la estética y funcionalidad del lugar, sino que también pone en riesgo el delicado equilibrio de su ecosistema.
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