El esclarecimiento del caso se demoró por falta de reactivos para los exámenes de ADN. Confirmaron la fecha del juicio y el único acusado es un joven que había bailado con ella esa madrugada.
“Agarrá mi mano y no me sueltes”, dice el último mensaje de Brisa Formoso Sobrado en su perfil de Facebook. La publicación data del 10 de noviembre de 2021 y el destinatario llena las fotos que la acompañan: su hijo Nehuén, que tenía entonces nueve meses.
Ese bebé era el universo de Brisa. La presencia que iluminaba los días en su casa de Hudson. Dos días después, un viernes, Brisa aceptó la invitación a una fiesta en la Sociedad de Fomento San Marcos, en Berazategui. Iban a acompañarla su prima, Agustina, y otra amiga llamada Nicole. La joven de 19 años sabía que en el lugar se encontraría con varios de sus conocidos en el barrio. Lo que no sabía era que uno de ellos, horas más tarde, sería su violador y asesino.
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Esa noche a Brisa la vieron discutir con Fabián, su ex. Por eso, el papá de Nehuén -de quien la joven se había separado porque era violento con ella- fue señalado como sospechoso al principio de la investigación. Sin embargo, el caso dio un giro definitivo al imponerse la declaración de la prima de la víctima y la amiga, que al dejar una plaza a la que habían asistido luego de la fiesta le preguntaron a Brisa si quería volverse con ellas, según consta en la declaración. La chica estaba con Iván Morales (23), un joven con el que había bailado y junto a quien aparece en un video que se convertiría en la prueba documental clave de la causa.
Con un pulgar en alto, Brisa, que había salido sin su teléfono esa noche, les indicó a la prima y a la amiga que estaba todo bien, que se fueran sin ella. Y se alejó del lugar con Morales. Faltaban minutos para las 6.
Al ver que su hija no volvía a casa, que nunca había hecho algo así y ante la imposibilidad de comunicarse con ella, Gabriela y Hernán se acercaron el sábado por la mañana hasta la Comisaría 4° de Berazategui a radicar la denuncia por la desaparición. El domingo, cuando una angustia creciente gobernaba la escena, a sus padres les sonó el teléfono. Dos chicos que cazaban pajaritos en el descampado de las calles 45 y 147, a 15 cuadras de donde Brisa fue vista por última vez, habían encontrado el cuerpo.
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“Fue estrangulada con su propio pantalón en medio de un ataque sexual”, concluyó el fiscal a cargo de la investigación, Daniel Ichazo. Días atrás, los padres de la víctima recibieron la noticia de que Morales irá a un juicio por jurados del 8 al 12 de septiembre del 2025. Se lo acusa de “abuso sexual con acceso carnal en concurso real con homicidio criminis causa”, agravado por la violencia de género, que prevé una pena de prisión perpetua.
La familia de la víctima siempre sospechó que del ataque participaron más personas y en la improbabilidad de que el acusado haya actuado solo. El caso tuvo dilaciones desde el comienzo por una razón insólita: la ausencia de reactivos para realizar los exámenes de ADN debido a -según mencionaron en su momento fuentes del expediente- la falta de presupuesto por parte del Poder Judicial de la provincia de Buenos Aires. Siete meses y medio después del femicidio, la Corte bonaerense suministró el material y allí se supo que Morales era el único implicado.
“En la investigación tampoco surgió que hayan participado más personas”, dijo Ichazo a TN, y aseguró que Brisa y Morales “se conocían del barrio y tenían amigos en común”, pese a las versiones que sostienen que era el primer contacto entre la víctima y su abusador y femicida.
“Los besos de tu amiga son mortales”
Amigas de Brisa habían mencionado que esa noche la joven había consumido pastillas que le colocaron en el vaso para inhibir su resistencia. “De la pericia toxicológica no surgió nada”, confirma el fiscal.
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Antes ahorcada con su propio pantalón, Brisa sufrió golpes en la cara y otras partes del cuerpo. Morales presentaba rasguños en los brazos y otras marcas compatibles con signos de defensa. Otra testigo que estuvo en la fiesta declaró que el acusado, alrededor de las 10 del domingo, fue hasta su casa a buscar una bicicleta y le dijo: “Los besos de tu amiga son mortales”. Brisa ya llevaba varias horas muerta.
“Se va hacer justicia por vos y vas a poder descansar en paz, mi vida”, reaccionó la mamá de la víctima al enterarse de la confirmación de la fecha del juicio. Las fotos de Nehuén (está por cumplir 4 años) iluminan su perfil en Facebook, allí donde también la sonrisa de Brisa se hace eterna.
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