La exfuncionaria municipal de Goya María Victoria Caillava y el capitán retirado de la Armada Carlos Pérez son dos de los siete imputados por la desaparición de Loan Peña, y en las primeras semanas de la investigación judicial, cuando había pasado a la Justicial Federal por la sospecha de que es un caso de trata de personas, sus movimientos fueron estudiados con detenimiento.
Esta semana Pozzer Penzo ordenó que el área cerca de la vivienda en el monte sea inspeccionada con «perros especialmente entrenados para rastrear restos humanos en ambiente acuático», como apuntó José Mazzei, perito de parte de la familia de Loan, en declaraciones televisivas.
Ese área fue señalada por la querella, y ahora los peritos se concentrarán en una laguna de 1 kilómetro de largo por 400 metros de ancho cuyo punto máximo de profundidad es de cinco metros. Esa masa de agua está a sólo 300 metros de la vivienda donde se le perdió el rastro al nene.
«En el caso de que hubiera una marcación, el primer recurso que vamos a usar son los buzos de Prefectura Naval, que hagan un descenso para hacer una inspección ocular o al tacto. Y en el caso de que sea imposible, vamos a comenzar con el drenado del sector«, aseguró Mazzei, para quien «es importante que dé positivo o negativo» cada operativo «para poder afianzar o directamente ir descartando hipótesis».
«Una laguna denominada Collera que está dividida en dos, por eso las contamos como dos, y una laguna que está muy cercana acá, que es lindante al campo de Abundio Escobar, aquella persona que refirió que alrededor de las 7 de la tarde, el día de la desaparición de Loan, había escuchado el grito de un niño que reclamaba por su mamá», enumeró.
El testimonio de quienes participaron de la primera etapa de la búsqueda del nene podría ser útil en estos rastrillajes, pero en el caso de uno de ellos, Alejandro «Pata» Mendoza, no será posible su aporte porque falleció esta semana en su casa de Esquina, Corrientes.
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