Hace cinco años Bonivardo fue condenado a 3 años y 8 meses por el mismo delito: estafas con viajes. Ahora, nuevamente fue detenido acusado de una serie de denuncias por viajes a Cuba -donde una mujer aún permanece hospitalizada y el contingente estuvo varado– y a República Dominicana.
La denuncia penal la hizo el dueño de la empresa Nuova Viajes, Daniel Pansa, quien tuvo que comprar los pasajes de vuelta de dos grupos diferentes que estaban en La Habana y Punta Cana. Según dijo, Bonivardo cobró los viajes y no abonó los pasajes de vuelta de los contingentes, por lo que tuvo que pagar de su bolsillo entre 40 mil y 50 mil dólares.
La semana pasada, Diario Textual reveló el caso una mujer de Santa Rosa viajó a Cuba, tuvo que ser hospitalizada y sus familiares denunciaron que “no está siendo asistida” por la empresa de turismo.
La empresa apuntada es Nuova Viajes, precisamente donde trabaja Bonivardo.
En los últimos días, a partir de este escándalo, el dueño de la firma, Daniel Pansa, acusó directamente a Bonivardo.
Primera causa de estafa y condena
En agosto de 2019 el juez de control santarroseño Carlos Matías Chapalcaz condenó a Bonivardo, por el procedimiento de juicio abreviado, a la pena de tres años de prisión de cumplimiento efectivo por las estafas con las tarjetas de crédito y cheques a personas que, en su mayoría, habían comprado viajes turísticos. Al cumplir los 8 meses, obtuvo la libertad condicional.
Fue encontrado autor de los delitos de defraudación mediante el uso de tarjeta de crédito (29 hechos), estafa (cuatro) y defraudación mediante el uso de tarjeta de crédito, en grado de tentativa (dos), y coautor de frustración maliciosa del pago de cheque, hechos todos que concursan materialmente entre sí.
El juicio abreviado fue suscripto entre el fiscal general Máximo Orlando Paulucci, los defensores particulares Rodrigo Adrián Villa y Georgina Lis Bonivardo y el propio imputado.
Las defraudaciones y estafas –agrupadas en seis expedientes distintos– se cometieron entre julio de 2018 y febrero de 2019 y, en la mayoría de los casos, el acusado había obtenido datos personales de las víctimas porque ellas habían sido clientes de la empresa Password Viajes y Turismo, donde Bonivardo trabajó.
La Justicia comprobó que el imputado transfirió “de manera ilegítima” dinero entre cuentas bancarias “mediante el acceso no autorizado a homebanking” y modificando el correo electrónico que tenían registrado allí los damnificados. También se “apoderó de manera ilegítima de tarjetas de crédito y débito” para realizar consumos sin autorización (pasajes de avión, reservas en hoteles del extranjero, etc.).
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