En la denuncia, plantea que el funcionario provincial no hizo caso a los pedidos de otros organismos y vulnero derechos de la menor.
Desde el mes de enero de este año, Juan, un vecino de Santa Rosa, reclama por volver a tener a su cuidado a su nieta, de 5 años de edad. El año pasado, la menor estuvo al cuidado de sus abuelos maternos, ante la imposibilidad de sus progenitores de poder cuidarla ya que ellos atraviesan un contexto de violencia de género, que generó problemas de salud en la madre de la niña.
Además, esa situación impide el contacto de la menor con sus familiares directos por parte de la madre, que incluso han llegado a las amenazas por parte del padre hacia la madre y el abuelo de la niña.
En octubre pasado, Juan denunció, a través de El Diario, que todas las instituciones que intervinieron resolvieron que lo mejor para la menor es que viva con sus abuelos maternos, pero la Dirección General de Niñez, a cargo de Lofvall, demoró sin fundamentos la resolución.
Días atrás, los abuelos presentaron una medida cautelar, retiraron a la niña cuando salía del jardín y quedó bajo su cuidado, a la espera de la resolución judicial. Sin embargo, el abuelo presentó la denuncia anta al Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA) por el accionar del Director General de Niñez, Adolescencia y Familia de La Pampa. Lo acusa de «mal desempeño de la función pública y abandono de persona».
Además, presentó como pruebas el informe de Secretaría de Desarrollo Social de Santa Rosa, una nota del Defensor de los Derechos del Niño, la reseña de la Secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad de Toay y el informe de la Unidad Local de esa misma municipalidad, que intervino mientras la niña estuvo con su padre viviendo en esa ciudad.
En la denuncia, el vecino relata todo lo vivido por su hija durante la relación con el padre de su nieta. «Mi hija durante toda la relación fue víctima de violencia, realizando numerosas renuncias al respecto», indicó Juan y detalló que «el 25 de octubre del año 2022, hubo un grave hecho de violencia, en donde el padre de mi nieta dispara un arma de fuego dentro de un vehículo, contra mi hija, quien tenía a la niña sobre su falda. A raíz de toda la violencia sufrida, mi hija cayo en una grave depresión, debiendo ser internada, quedando la niña a cargo de su abuela materna y mío».
Durante ese tiempo, el padre visitaba regularmente a la nena, pero un día la llevó con la excusa de llevarla al parque y nunca la restituyó. «Mi hija, quien ya estaba de alta de su internación, la abuela materna de la niña y quien suscribe, comenzamos a hacer reclamos frente a diferentes organismos, ya que el padre no sólo no restituyó a la menor, sino que impedía el contacto de la niña con toda su familia materna», agregó el abuelo en la presentación ante la FIA.
Desde entonces, han intervenido distintos organismos municipales de la ciudad de Santa Rosa y de Toay, el Ministerio Público de la Defensa, la Fiscalía Temática en violencia de género, la Asesoría de Menores y el Defensor de Niñas, Niños y Adolescentes, para evaluar la situación de la menor con su padre.
Del informe realizado por la Unidad Local de Niñez y Adolescencia, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano, de la Municipalidad de Toay, se desprende que «se detectaron los siguientes derechos amenazados/vulnerados» de la menor: «Derecho a la dignidad e integridad personal, debido a que la niña continúa siendo testigo de la violencia de género ejercida por el progenitor hacia la progenitora; derecho a vivir en familia, debido a las crisis en las relaciones familiares, dificultades en la crianza y la obstaculización del vínculo materno-filial por parte del progenitor; y derecho a la salud, debido a que el progenitor obstaculiza la atención de salud de la niña por episodios de epilepsia y no dejó constancia de haber retomado dicho desde el mes de marzo».
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