Si tenemos que pensar rápidamente en comidas y tradiciones gastronómicas argentinas, el dulce de leche estaría entre las opciones más mencionadas. Este viernes 11 de octubre se lo homenajea en el Día Internacional del Dulce de Leche y es una buena oportunidad para tratar de desvelar la gran polémica: su origen.
Si bien es un manjar consumido en varias partes del mundo, el fanatismo rioplatense por este dulce supera a todos. Es frecuente que cada postre o torta esté acompañado por una cucharada y continuamente se generan nuevas recetas que lo tiene como ingrediente principal.
Entre mitos y verdades, su creación viene de una larga data. El Día Mundial del Dulce de Leche se festeja desde 1998, visto como una iniciativa para rendirle homenaje a lo que fue declarado como Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico de la Argentina. ¿pero realmente lo es?
El origen más romántico
La versión más extendida, y la más romántica, es que este manjar nació en plena disputa entre unitarios y federales. Más precisamente en una de las quintas de Juan Manuel de Rosas.
Cuenta la leyenda que el 24 de junio de 1829 en Cañuelas, durante el horario de la siesta, Juan Galo de Lavalle se acercó hasta la estancia El Pino para entrevistarse con Rosas y al ver que este no estaba, se acostó a dormir la siesta. Entonces, una cocinera morena que preparaba la lechada (leche de vaca con azúcar para agregar al mate) fue hasta la habitación de su amo y se encontró con el enemigo durmiendo. Entre la confusión dejó de prestarle atención al contenido de la olla y al verlo se encontró con que estaba empastado dando origen al dulce de leche.
Podría decirse que esta fue la versión más extendida en la zona, pero el historiador Daniel Balmaceda menciona orígenes más atrás en el tiempo.
Por ejemplo, cuando José de San Martín cruzó a Chile en 1817 le ofrecieron dulce de leche al que calificó como «manjar». Se cree que en tiempos del Virreinato, el producto era usado en la zona de Cuyo y Tucumán siendo registrado por los jesuitas.
Incluso hay una anécdota, en plena invasión inglesa, sobre el fanatismo del militar William Beresford por los dulces entre los que se encontraba este clásico.
Otros países que se disputan su creación
Para otros India e Indonesia son los lugares de su invención. Cuando los conquistadores españoles tomaron las Islas del Poniente y San Lázaro, rebautizándolas Filipinas, lo descubrieron y lo llevaron a América para esparcido por toda la zona.
Ojo porque lo brasileños y rusos también tienen su propia leyenda. Los primeros dicen que a mediados del siglo XVIII era una de las producciones más destacadas en Mina Gerais; los segundos lo llaman “varione sgushonka” y ya lo hacían los tártaros, en época de Marco Polo.
Deja tu comentario!