Beto Desuque: – Buenas, buenas, buenas, bueeeenasss… ¿qué tal, qué tal, qué tal? ¿Cómo anda la cosa por acá, qué se cuenta, qué se dice?
Mesero: – Hooola, Betito querido y del alma. ¿Cómo estás vos? Qué ganas de verte tenía… ya sé que nos vamos a ir por conceptos politiqueros como hacemos siempre, y bienvenido sea… pero unas líneas futboleras nos merecemos.
Beto Desuque: – ¿Y quién te dijo que el fulbo no es politiquero? Sobre todo ahora, con esta confrontación de un tándem contra otro…
Mesero: – Aclarame.
Beto Desuque: – De un lado, Chiqui Tapia y Román; del otro, El Peluca Milei y Mauricio el amarillo.
Mesero: – Aaaaah… bueno, sí. Pero dame un par de líneas del Superclásico. ¿Cómo lo esperaste? ¿Con ansiedad, con temor, con expectativa, con euforia?
Beto Desuque: – Con serenidad, que es sabiduría. Y veo que las gallinas de este bar me miran de reojo esperando a que diga algo. ¿Y sabés qué? Nada, no digo nada. En este contexto tremendo, hay cosas mucho más importantes que un partidito…
Mesero: – Pero Beto, hay que saber perder…
Beto Desuque: – Bueno, ponele… pero hay gente que nunca pierde.
Mesero: – Apa. Ahí rumbeamos para la política, ¿no?
Beto Desuque: – Ponele que para la política, sí; pero también para el Poder Judicial…
Mesero: – No seas malo. ¡Si hasta el STJ salió ahora a obligar al funcionariaje a poner su diezmo!
Beto Desuque: – Pero flor de lío interno habrá. No me parece que les sea tan sencillo tocar esos bolsillos, eh. Algo me dice que va a haber una resistencia ruidosa.
Mesero: – Si vos decís…
Beto Desuque: – Les va a costar a los del Colegio de Magistrados armar una trinchera de resistencia, porque en los alrededores ya les operaron todo como para que queden mal parados.
Mesero: – ¿Por qué decís?
Beto Desuque: – Y… primero salió la ley, pone el Ejecutivo, pone el Legislativo, pone el Tribunal de Cuentas, ¡hasta diputados nacionales piden sin que nadie les pida! Define el STJ, ponen los fiscales… si los jueces se niegan van a quedar muy solos…
Mesero: – Casi que los van a tratar de «ratas»…
Beto Desuque: – Bueno, ponele, pero nunca tan ratas como las que hay que en el Congreso, ¿no? Según palabras del presidente, no lo digo yo, lo dice Peluca.
Mesero: – Pero esos pusieron de la suya: $20.000 para el asadito.
Beto Desuque: – Ponele que era de la suya, sí. Pero es el colmo de la rata juntarse a festejar en un asado que le metiste la mano en el bolsillo a los jubilados. ¡Y encima ponés 20 lucas y te jactás! Ponés más para ese asado cholulo que el aumento que les tocaba a los viejos y les sacaste.
Mesero: – Me sorprendió que El Peluca ahora fuera tan ídolo del Cato Ardohain.
Beto Desuque: – Ja, jajaja, seeee… Se pasó de rosca El Cato. Venía haciendo un seguidismo absoluto, ya era un soldado. Pero acá mordió la banquina de tan chupamedias… ¡tremendo! Te lo diría con una metáfora: puso toda la carne en el asador. Je.
Mesero: – Salió a ponerse la camiseta libertaria.
Beto Desuque: – Totalmente. Si fuera carne a la parrilla, te diría que se arrebató. Tanto que hasta usa las mismas palabras. Ya sé que no es precisamente muy diestro en el tema del lenguaje, ni tiene un vocabulario tan rico y fluído, pero decirle a sus colegas que son «degenerados fiscales», que es lo mismo que les dijo Milei, me parece un poco mucho…
Mesero: – ¿Pero eso, por ejemplo, incluye a la diputada radical de La Pampa?
Beto Desuque: – ¡Y claro! El Cato le está diciendo degenerada también a Marcela Coli. O que les escupió el asado. Yo no sé cómo van a hacer después para decir que son de una misma alianza y ponerse la camiseta de Juntos por el Cambio. Se les va a hacer cuesta arriba, me parece.
Mesero: – Che, Maquieyra también estuvo en el asadito…
Beto Desuque: – Sí, sí, también es parte del Grupo Asado. Más silencioso, menos ostentoso y gritón, pero está en el mismo bando. Es de los que les mete la mano en el bolsillo a los jubilados, pero sigilosamente. No como El Cato que directamente les dice «¡Arriba las manos!». Je.
Mesero: – Qué amor este del PRO y los libertarios, eh…
Beto Desuque: – Ponele. Pero hay que ver cómo se sigue cocinando cada historia. No te olvides: donde hubo fuego, cenizas quedan…
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