La Justicia tiene en la mira a un tercer sospechoso, que podría quedar detenido en los próximos días.
“Mató a mi hijo y se burla de nosotros en la cárcel”. Con esa frase, el papá de Jesús Buffarini (23), el joven asesinado en abril a la salida de un boliche en el pequeño pueblo cordobés de General Cabrera, expresó su indignación por la foto que subió a Facebook desde la cárcel, el principal sospechoso del crimen.
Se trata de Federico Cabrillana (23), quien luego de que se conociera esa imagen fue trasladado hacia el penal de Bower, donde se encuentra actualmente con prisión preventiva. Federico Mellano (22) es el otro acusado por el ataque en patota y está detenido en el penal de Río Cuatro. Ambos están imputados por el delito de “homicidio simple”, que tiene una pena que va desde los 8 a los 25 años de prisión. Todavía hay un tercer sospechoso que sigue en la mira.
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Luego de que la causa haya estado estancada durante algunos meses, la familia de la víctima comenzó a ser representada por la abogada Victoria Albert. La letrada aseguró a TN que la investigación ahora está entrando en una “instancia decisiva”, sobre todo luego del testimonio clave de una enfermera.
Según contó Albert, tras cometer el crimen, dos de los tres atacantes fueron hasta la casa de la enfermera, ya que era amiga de uno. El fin de la visita era para que los ayudara a llamar al hospital para saber si Jesús estaba vivo o no. La mujer se negó a realizar el llamado, pero minutos después uno de los agresores recibió un mensaje donde le comunicaban que Jesús había muerto.
La mujer declaró esto ante la Justicia y su relato complica cada vez más al tercer implicado, ya que es uno de los dos que fue hasta la casa de la enfermera. Asimismo, este último tenía un golpe en la cara, lo cual demuestra que estuvo peleando horas atrás.
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“Tenemos todas las cámaras de seguridad, solo nos falta la del momento del hecho. Cuando lo salen a perseguir a Jesús está todo grabado”, explicó Albert. Aunque están acusados de “homicidio simple” -al comienzo la carátula fue “homicidio preterintencional”- la defensa buscará un agravante para que la pena sea aún mayor.
Es inminente la citación a declarar del tercer sospechoso, aunque todavía no se sabe si será como testigo o imputado. Luego de su testimonio, que posiblemente sea la próxima semana, existe la posibilidad de que quede detenido.
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“Los asesinos parece que triunfaran sin ningún remordimiento de nada, lo demostraron con la foto en el pabellón con celular, zapatillas y camperas nuevas. Todavía le queda una sonrisa en la cara como burlándose. No hay resentimiento en el que mata”, sostuvo Mario Buffarini, el papá de Jesús, en diálogo con TN. En un tono similar, continuó: “Es una burla, nosotros le damos de comer a ese mal nacido”.
Cómo fue el crimen de Jesús Buffarini
Clarisa, la novia de Jesús Buffarini, decidió celebrar sus 19 años en el boliche Green House, el único de todo General Cabrera, el pequeño pueblo cordobés que está ubicado a casi 60 kilómetros de Río Cuarto.
La pareja estaba viviendo un gran momento personal, dado que el fin de semana largo de fines de marzo habían viajado a descansar a Alpa Corral. “Un finde lleno de cosas lindas y compartir con vos lo hace aún más lindo, por más escapaditas juntos. Te amo Cla”, había escrito Jesús en la última publicación que realizó en Facebook.
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En el local bailable ubicado sobre la calle Junín al 600, Clarisa y Jesús se encontraron a Federico Mellano, con quien Jesús mantuvo una discusión que terminó con el propio Jesús afuera del boliche por orden de los patovicas.
Sobre la calle se encontró con su primo, Elías Buffarini (21), con quien estuvo hasta el momento del lamentable hecho. En un principio se iban a ir a su casa, pero luego regresaron al boliche.
En el medio, llegó la policía para un control de rutina. Pero Mellano y compañía pensaron que el propio Buffarini los había llamado y lo acusaron. “Sos un cagón”, fue el grito que repetían. Mientras tanto, las amenazas corrían vía WhatsApp: “Mano a mano”, le advirtió el agresor.
Finalmente, Jesús se fue hasta su casa, pero Mellano lo siguió en su Toyota Hilux, donde también viajaban Cabrillana y el tercer sospechoso. El primero de ellos era amigo y compañero del equipo de fútbol de General Cabrera, donde jugaba el primo del futbolista Julio Buffarini.
“Lo vamos a ir a buscar y lo vamos a hacer cagar”, le dijeron a Elías, quien trató de calmar las aguas. “¿Por qué no se dejan de joder? Si ya pasó”, les escribió pasadas las seis de la mañana. Pero ya era tarde para evitar la pelea.
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La gresca finalmente no fue “mano a mano” como había pedido Mellano. Según el relato de Elías y de Bautista -otra amigo que estaba en la escena- Cabrillana y el tercer sospechoso también le pegaron. Una piña provocó que la cabeza le diera contra el asfalto y luego le siguieron las patadas. “Ya está, déjenlo. Llamen una ambulancia”, esbozó Mellano.
Una mujer que pasó en auto junto a dos amigas lo trasladó hasta el hospital porque le salía mucha sangre de la cabeza. Minutos después, los médicos confirmaron su fallecimiento. La autopsia confirmó que murió “desnucado”, producto de una luxación cervical tras caer al piso y golpear la cabeza contra el asfalto.
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