Cada vez más apurado por hacerse de fondos frescos, el gobierno de Javier Milei empezó a acelerar la venta de empresas estatales. Luego de poner en marcha la privatización de Impsa, ahora puso en la línea de largada a Tandanor y a Corredores Viales, que tiene bajo su órbita, entre otras, la ruta nacional 5 que llega desde Capital Federal hasta Santa Rosa.
“Otro es el caso de Corredores Viales SA, empresa que administra 6.000 kilómetros de rutas en 13 provincias del país. La empresa está dirigida por José Luis Acevedo, otro hombre de Diego Santilli, que en este caso sí mantiene el control político sobre la firma. Acevedo había proyectado para este año un déficit de 150 mil millones y a fuerza de echar gente y congelar todas las obras en enero logró llegar al equilibrio”, reseñó en un artículo publicado por lapoliticaonline.com
“Fuentes de la empresa anticiparon a LPO que la idea es llevar a todas las rutas y autopistas que administran al modelo de free flow que se aplica en Uruguay y Chile, es decir eliminar las cabinas de peajes y reemplazarlo por arcos que detectan los telepases y leen las patentes. Hace quince días Acevedo le presentó al Ministerio de Economía un modelo de concesiones similar al de esos países vecinos y ahora se espera una respuesta para avanzar”, agrega.
“Mientras, se sigue avanzando en un ‘plan de saneamiento para mejorar el estado de sus cuentas fiscales y volver a la firma más vendible’”, reconoció a LPO una fuente de la empresa.
Corredores Viales mostró en los primeros tres meses un déficit de $2254 millones, según la Oficina de Presupuesto del Congreso, que “responde principalmente a la caída de los recursos de capital, que provenían de transferencias del Tesoro Nacional y de la Dirección Nacional de Vialidad; y en menor medida, al incremento de los gastos corrientes, compuestos casi en su totalidad por los gastos de operación de la empresa” afirma el informe. Además, la empresa carga con una deuda con proveedores que se estima en $30.000 millones.
Tandanor.
La nota firmada por la periodista Luciana Glezer recuerda que la Ley Bases autorizó la venta total de Enarsa e Intercargo, y en forma parcial de Aysa, Belgrano Cargas y Sociedad Operadora Ferroviaria SE (Sofse). También posibilita el ingreso de capital privado en la empresa que controla las centrales nucleares (NASA) y en el complejo de Yacimiento Carboníferos Fiscales (YCRT). “Pero esos activos no terminan de seducir a los inversores. Por eso, en Economía se ilusionan con concretar la venta de Impsa y Tandanor, dos empresas que bien administradas ofrecen oportunidad económica en sectores de ingeniería de punta como construcción de reactores y molinos eólicos, en el caso de la mendocina, y de barcos en el caso de Tandanor”.
Desde ATE alertan que se trata de “un botín jugoso” y no descartan que el total de empresas públicas puedan transformarse en sociedades anónimas. La versión que manejan en el gremio de los estatales es que el modelo a aplicarse es Impsa.
En el caso de Tandanor, es una Sapem (sociedad anónima con participación estatal mayoritaria), el 90% de su capital societario se encuentra en poder del Ministerio de Defensa y los trabajadores tienen el 10% restante, a través de un Programa de Propiedad Participada (PPP).
En el podio.
Para fines de 2023, el astillero operaba en su máximo potencial y ejecutaba múltiples trabajos de reparación, grandes proyectos de mediano y largo plazo en todas sus especialidades, prestaba servicios a la Armada Argentina, a la Prefectura Naval Argentina y a importantes navieras y petroleras del mundo. “Tandanor ocupa el tercer puesto en el podio de los talleres navales más importantes del mundo en términos de capacidad productiva, donde se realizan construcción, reparaciones, mantenimiento de barcos y submarinos”.
Según LPO, la empresa está a cargo de Mauricio González Botto, “que pasó de administrar todas las empresas del Estado cuando Nicolás Posse era jefe de Gabinete a refugiarse en el astillero. Hasta su desembarco, el diputado Diego Santilli era quien tenía más incidencia sobre la firma, donde ubicó a Maxi Vallejos”.
El predio que ocupa 34 hectáreas está ubicado en la Dársena Sur del Puerto de Buenos Aires, sobre el Estuario del Río de la Plata, el único acceso a la Hidrovía que conforman los ríos Paraguay, Paraná y De La Plata.
“Tandanor no es deficitaria, sino que se sostiene a partir de los astilleros. No es una empresa cualquiera: además de capacidad para fabricar buques enormes, sus más de 30 hectáreas en La Boca la vuelven muy apetecibles para los desarrolladores inmobiliarios. Solares de Santa María, el megaemprendimiento de Eduardo Elsztain, está ubicado a metros del astillero Tandanor. El gobierno porteño modificó el estatus inmobiliario de esa zona para construir un polo financiero con edificios y oficinas”, remarca la nota.
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