De la reunión de urgencia de la conducción de la convención participó la concejala santarroseña, Luján Mazzuco, que es miembro de la mesa chica de ese órgano partidario. La pampeana firmó el comunicado. Estupor por los legisladores que se sacaron la foto en Casa Rosada.
La Convención radical amenazó con expulsar del partido a los diputados nacionales que voten a favor del veto a la reforma jubilatoria. En una reunión que convocó Gastón Manes de urgencia acordaron acudir al Tribunal Nacional de Ética en caso de que este miércoles se concreten las votaciones a favor del Gobierno. Ese mismo órgano desafilió a Julio Cobos en 2008
De la reunión de la conducción de la convención participó la concejala santarroseña, Luján Mazzuco, que es miembro de la mesa chica de la Convención. El partido pampeano tiene ocho convencionales. La pampeana le puso la firma al comunicado.
«Por los principios históricos de nuestro partido, esta Convención Nacional rechaza el veto presidencial, hace un llamamiento a los diputados y diputadas para que sean coherentes con la iniciativa que nuestro mismo partido había presentado y con sus propios votos que la habían apoyado, y pide enfáticamente que preservemos los valores de la Unión Cívica Radical hacia la dignidad de nuestros jubilados», expresa el comunicado.
Por último, los integrantes de la Mesa de la Convención Nacional votaron de forma unánime una fuerte advertencia: «En caso de un eventual incumplimiento a lo resuelto se dará inmediato traslado de lo acontecido al Tribunal Nacional de Ética de la UCR para el tratamiento de la conducta de sus afiliados que incurrieran en tal actitud».
El Tribunal Nacional de Ética se terminó de conformar a fines del mes de junio con Ricardo Barrios Arrechea, Alicia Tate y Juan Pedro Tunessi, quienes responden a Facundo Manes, Lousteau y Gerardo Morales. Es el órgano que, por ejemplo, expulsó a Julio Cobos en 2008 por su alianza con el kirchnerismo. De hecho, hace varias semanas analizan las más de 20 presentaciones que se hicieron contra Luis Petri tras integrar el Gabinete libertario.
La reunión de la Mesa de la Convención Nacional se gestó de urgencia ante el inminente aviso de un grupo de diputados radicales de que apoyarán el veto presidencial. De hecho, este martes por la mañana trascendió una foto de Javier Milei junto a Martín Arjol, Luis Picat, José Federico Tournier, Mariano Campero y Pablo Cervi en la Casa Rosada. Lo que más indignó a las autoridades partidarias es que la mayoría de ellos no responde a un gobernador.
«¿En nombre de quién fueron?», expresó indignado Gastón Manes en diálogo con este medio, y agregó: «Me preocupa como ciudadano decente. ¿Qué fueron a negociar?». Para el presidente de la Convención Nacional la situación es alarmante y preocupante porque, según consideró, «esta votación no es ‘darle herramientas al Gobierno'». Una frase que suelen utilizar los radicales cercanos a La Libertad Avanza.
Rossi, a su turno, adelantó que, en caso de que estos cinco diputados voten a favor de sostener el veto, la UCR entera «no va a parar hasta echarlos del partido» ya que «de la foto en la Casa Rosada y de la traición a los jubilados no se vuelve».
Con el apoyo de este grupo de radicales Milei logra asegurarse el veto a pesar de que el presidente del partido, Martín Lousteau, y el presidente de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad -ambos senadores y dos de las autoridades máximas de la UCR- le pidieron a los diputados de boina blanca que voten la insistencia.
Durante la tarde de este martes, más de 700 radicales de todo el país firmaron un documento que expresó: «Hacemos un llamado urgente a todos los legisladores, especialmente a los radicales, dado que el proyecto nació de nuestro partido, pero también a todos los y las legisladores que lo votaron y apoyaron: honren su voto, respeten su palabra. Cumplan con el mandato de defender a nuestros jubilados/a, como lo hicieron cuando aprobaron esta ley».
«A tan solo un día de la nueva votación, ya vemos cómo algunos legisladores comienzan a retroceder, a adoptar posturas ambiguas, sin explicación alguna. Eligen resignar un aumento de apenas $14.000 para los jubilados, uno de los sectores más castigados por la crisis. Todo esto, para no incomodar al gobierno. Peor aún, muchos están considerando adherir al veto presidencial sobre un proyecto que ellos/as mismos impulsaron. ¿Dónde están sus convicciones?», agregaron.
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