La emoción lo invadió, se arrodilló en la cancha y las lágrimas se adueñaron de él. Lionel Messi se desahogó en pleno estadio Maracaná de Río de Janeiro, luego de que Argentina le ganó 1-0 a Brasil por la final de la Copa América 2021, con un golazo de Ángel Di María. Y el capitán de la Selección lloró sin parar por un largo rato. Fue un llanto que mezcló sensaciones, alegría por el título –el primero a nivel mayor- y la angustia acumulada por las decepciones.
«Siendo sincero, no estoy seguro de lo que pasó entonces… Es difícil describir cómo me sentí en este mismo momento. Fue increíble que finalmente lograra ganar un título con esta camiseta. En ese momento, no me di cuenta de que todos mis compañeros habían corrido hacia mí para unirse a mí y abrazarme», detalló la Pulga sobre aquella noche mágica.
A los 34 años, Messi logró su primer título en la Albiceleste, con la que debutó en 2005. En el medio pasaron cuatro finales perdidas. Tres de Copa América (Venezuela 2007, Chile 2015 y EEUU 2016) y, en especial, la definición del Mundial de Brasil 2014. Si hasta se retiró del equipo por dos meses. Pero volvió y lo intentó nuevamente. Así, se alzó con el torneo continental y arrancó una racha que siguió con la Finalíssima 2022 en Wembley (frente a Italia) y la Copa del Mundo de Qatar 2022.
El equipo dirigido por Lionel Scaloni logró consagrarse campeón de América, un título que a la Argentina se le negaba desde 1993. Así, Messi levantó el trofeo que no pudieron los otros dos grandes exponentes del fútbol sudamericano: Pelé, que jugó la edición de Argentina 1959, y Diego Armando Maradona, que compitió en 1979 (no hubo sede fija), Argentina 1987 y Brasil 1989.
Pelé y Maradona no pudieron ganar la Copa América
O Rei llegó a Buenos Aires con 18 años, luego de ser la gran figura de Brasil campeón del mundo en el mundial de Suecia 1958. El 10 de Brasil demostró todo su potencial durante aquel Sudamericano -así se llamaba en ese momento el torneo- y metió ocho goles en seis partidos. Fue imparable, a pesar de las numerosas infracciones que recibió en el torneo, y a la Verdeamarela no le alcanzó: fue subcampeona de Argentina por un punto.
La relación de Maradona con la Copa América también fue compleja. Al año siguiente de lograr el título mundial con la Selección argentina en 1978, César Menotti decidió incluir en el plantel mayor al 10 de Argentinos Juniors, que tenía 18 años y vislumbraba en cada cancha del fútbol nacional. El Flaco llevó de a poco al Pibe de Oro, como le decían por esas épocas, luego de marginarlo de la lista de 22 jugadores que salieron campeones del mundo.
En ese 1979 hubo dos competiciones por delante: la Copa América –se jugó sin sede fija a lo largo de seis meses- y el Mundial Juvenil de Japón. Maradona jugó contra Brasil en Río de Janeiro y frente a Bolivia en Vélez (metió un gol), pero el equipo quedó eliminado en la fase de grupos. Entonces, se enfocó en el Sub 20, donde brilló con Ramón Díaz y dio la vuelta olímpica en Tokio.
El tiempo llevó a Diego a la cima del mundo en México 1986, cuando la Selección logró la segunda estrella de su historia. Doce meses después del título, volvió a jugar la Copa América 1987, que se disputó en Argentina. Sin embargo, el equipo de Carlos Salvador Bilardo no pudo cumplir las expectativas: si bien el 10 metió tres goles (uno a Perú y dos a Ecuador), cayó en semifinales con Uruguay y terminó en el tercer lugar.
La última vez que Maradona jugó la Copa América fue en Brasil 1989, en la cual se armó un plantel mixto: muchos campeones del mundo y varios jugadores nuevos como Claudio Caniggia de cara a Italia 90. La Selección llegó a la fase final, donde hubo un cuadrangular contra la Verdeamarela, Uruguay y Paraguay: el equipo del Doctor no ganó ningún encuentro y finalizó tercero.
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