Para muchos, el principal atractivo de Jesús María es el Festival Nacional de Doma y Folclore, que en las primeras semanas de enero de cada año convoca a multitudes con una amplia oferta de actividades y atractivos, pero la localidad cordobesa ofrece, además, variadas opciones para que disfruten los turistas.
El tradicional evento es la gran vidriera con la que cuenta la ciudad, cabecera del departamento Colón y distante de la capital provincial unos 55 kilómetros al norte, aunque la gastronomía, los atractivos naturales y culturales son también bondades que los visitantes aprovechan al máximo, en cualquier estación del año.
Este año, en su 58va edición, dos de las veladas programadas en el Anfiteatro José Hernández fueron suspendidas por los temporales que se desataron en gran parte de la provincia de Córdoba. Pero esta situación no alejó a los turistas.
Las autoridades destacaron la «buena vibra» y lo que genera el Festival. El presidente de la Agencia Córdoba Turismo (ACT), Dario Capitani, destacó: «Es increíble lo que generan este tipo de espectáculos. Son una joya del eslabón productivo que tiene la provincia: son espacios que generan cultura, trabajo, inversión, solidaridad, del que participan los vecinos, la comunidad educativa, todos en pos de poner lo mejor de sí para tener un producto de excelencia».
El intendente local, Federico Zárate, detalló que es un evento que «se adapta a todos los bolsillos» y destacó la alta ocupación hotelera que se vive en estos días en la localidad.
«Estamos en un 100% de ocupación en Jesús María, Colonia Caroya, Sinsacate; el derrame económico es muy importante. Si es similar a 2023 son entre 8.000 y 9.000 millones de pesos en toda la región», afirmó.
Además, el jefe comunal valoró el aporte de la tradicional celebración a la identidad de los ciudadanos locales, que genera sentido de pertenencia, y agradeció a la gran cantidad de ellos que colaboran de manera voluntaria.
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