A la espera del juicio contra Pablo Parra, el acusado femicida de la joven estudiante pampeana Agustina Fernández, y en un país en el que la violencia de género es un flagelo difícil de erradicar, un artista de Cipolletti decidió usar su pasión y su talento para concientizar a la sociedad sobre este problema.
Se trata de Luciano Rodriguez de 42 años, especialista en cuadro y murales, quien, en medio de varios proyectos y pedidos, se hizo un tiempo en su agenda para inmortalizar el recuerdo de la estudiante de medicina, en un lugar en el que muchos puedan verlo. «La verdad es veo paredones y se me viene muchos proyectos a la mente, por eso ya no estoy mirando tantos paredones (risas)… y la idea de este mural nació a partir de un conocido (a quien identificó como Pilqui), quien constantemente estaba compartiendo posteos sobre Agustina», explicó Luciano.
A partir de allí fue que inició la búsqueda de un lugar apropiado para poder llevar adelante esta obra. Esa no fue ninguna tarea sencilla y después de varias semanas de búsqueda, se topó con el lienzo ideal en Scalabrini Ortiz casi esmeralda, en un paredón perteneciente a la empresa Kleppe.
Dado que Luciano sabía que ese lugar constantemente es usado para pintar grafitis o colocar pegatinas políticas, se propuso contactarse con alguien de la compañía y hablar con ellos sobre la posibilidad de poder usar ese lugar para ese proyecto. Afortunadamente, el artista consiguió la aprobación de un encargado del lugar, como así también algunas latas de pintura para dejar completamente blanco el paredón -y a partir de allí, darle rienda suelta a sus habilidades-, y la ayuda de algunos empleados del lugar para poder retirar algunos yuyos.
Si bien aún el mural está en proceso y Luciano aseguró que le demandará unas dos semanas más de trabajo, confió en que el caso de Agustina no pierda vigencia. «Tengo hermanas, sobrinas, amigas, y nadie está exenta de cruzarse con alguien como este tipo, que terminó matando a Agustina. Que no sólo destruyen la vida de una mujer, sino la de toda una familia. Realmente espero que si algún hombre se está comportando así, pueda ver esto y recapacite su actitud. Quiero que el mural toque los corazones de quienes tengo que tocar», relató.
El muralista aclaró que no está trabajando solo y que constantemente tiene la ayuda de algunos voluntarios, los cuales se van rotando, y habló de las mujeres que lo acompañan en diferentes tareas. «A mí me emociona ver que muchas chicas vengan a ayudar y trabajen de igual a igual conmigo, ya sea pintado o sacando yuyos, porque apoyan esta idea». Asimismo, agregó que está en contacto con la mamá de Agustina, Silvana Cappello, quien se mostró más que movilizada por la idea. «Desde hace un tiempo estoy en contacto con ella, y dado lo que me transmitió, la idea del mural también es que refleje la personalidad de Agustina, que era una chica divertida, feliz, alegra, que quería ser doctora y le gustaba la gimnasia artística. Además, también me dijo que esto es un apoyo muy grande para ella, porque realmente siente que en Cipolletti la acompañan con su lucha», explicó.
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