Los intendentes del peronismo y de Juntos por el Cambio de la provincia de La Pampa entraron en una nueva fase: la de economía de guerra, en medio del inminente y fuerte recorte de envíos de fondos que hará -si es que cumple su promesa- el presidente electo Javier Milei.
“Hay que desensillar hasta que aclare”, dijo un jefe comunal del PJ, en referencia a esperar qué magnitud tendrá el ajuste de Milei y cómo impactará en La Pampa.
“Entramos en economía de guerra”, sostuvo, en tanto, un intendente radical.
Va en sintonía con la decisión del intendente de Embajador Martini, Ariel Boggino, quien hace unos días anunció que tuvo que frenar la refacción completa del edificio de la comuna ante la posibilidad de que gane el libertario.
Los 79 intendentes del radicalismo, del peronismo y del PRO -tanto los que están en funciones, como los que asumirán el 10 de diciembre- saben que tendrán problemas para pagar salarios y menos obras.
Se espera que tendrán que pedir, ahora con más fuerza, la ayuda de Provincia para llegar a tiempo para pagar sueldos. Y encima en solo poco más de un mes deben abonar el bono de Fin de Año, un gastro extra en el presupuesto local.
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