Si bien la causa se inició por la venta de tres jugadores, no se descarta que exista una más profunda por la triangulación de divisas. De esta forma, el Banco Central le abrió un sumario cambiario a la entidad deportiva y a la empresa que lo administra, como así también a los empleados del club y de la empresa a título personal.
El sumario involucra la recopilación de pruebas y la implementación de medidas precautorias (como restringir los pagos internacionales) que luego se remitirán a la Justicia para que determine las consecuencias legales.
De acuerdo con los reportes mediáticos sobre las transacciones, las ventas se concretaron de la siguiente manera: u$s8 millones, u$s1,5 millones por el 50% del traspaso, y u$s8 millones por el 90% del traspaso. La entidad monetaria oficial sostiene que el club en cuestión no convirtió en moneda local en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) los dólares obtenidos de las ventas de los jugadores.
Es relevante mencionar que las transferencias de jugadores al extranjero se encuadran en la categoría de activos no financieros no producidos, una forma de capital definida en los códigos establecidos por el BCRA. Por eso es que existe la obligación de cambiar esos dólares en Argentina dentro de los cinco días posteriores a la transacción.
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