“Hay muchas cosas por hacer y estoy preocupada por César”, indicó Acuña, a lo que su compañera respondió: “¿Te dijo algo César? No comió la comida”.
“No está re bien. Me dijo que se quedaba esta semana con nosotros, que tiene miedo por nosotros. Que le iba a hacer bien. Y que esta noche si estábamos mejor, que quería cenar con nosotros”, dijo Acuña.
Con el transcurso de los minutos, los mensajes se tornaron más sombríos y hablaban sobre los rasguños del cuello y una “valija de ropa”.
“Estoy desesperada. Tenemos hasta las 19.30 para sacar eso de mi casa”. Los investigadores presumen que cuando las mujeres hablan de “eso” se refieren al cuerpo de Cecilia.
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