Un integrante de Convergencia Peronista pidió un cambio en la práctica política y cuestionó a funcionarios y funcionarias que “dejan de ser militantes” cuando llegan al cargo.
El trabajador legislativo e integrante del marinismo, Cristian Medrano, criticó a “los funcionarios que no funcionan” porque “cuando llegaron a ocupar un lugar se olvidaron de los compañeros, no los atienden, omiten aceptar que ellos no fueron elegidos por el voto, sino que muchos llegan a ocupar lugares por ‘amiguismo’ o tan solo por ser obsecuentes con algún funcionario del gobierno de turno”.
“Dejan de ser militantes, o en realidad muchos de ellos nunca lo fueron” porque “priorizan lo personal a lo colectivo, aferrarse a ese pequeño espacio para vivir de la teta del estado, dejando de lado que ‘funcionar’ implica trabajar permanentemente para ese otro que necesita, que sufre, que lucha y que apoya incondicionalmente”, añade.
“El desencanto nos atraviesa, cuando vemos que quienes acceden y ocupan lugares de poder y decisión dentro del gobierno han dejado de escucharnos, desaparecen de los lugares comunes donde solíamos encontrarnos en tiempo de campaña, ya no los vemos en los barrios o en alguna jornada”, indica Medrano.
“Por el contrario, suelen llegar al mejor estilo ‘rockstar’ rodeados de ‘amigos’, que se convierten en barrera infranqueable y hacen imposible acercarnos. Perdemos el contacto, ese que resultaba tan fácil cuando nos necesitaban, ya no interesa la problemática que ocurre en dicho lugar, deja de ser importante nuestra palabra, ya se cumplió el objetivo individual de estos nuevos funcionarios, en otras palabras, ya llegaron donde querían estar”, señala.
Ante eso “el compañero se siente destratado, usado y manipulado” porque “cuando uno es militante de verdad, por tradición y por conciencia, jamás olvida a otro compañero”.
“El militante respeta el trabajo, porque es ahí donde está su poder y el sentido final de su militancia: la justicia social ¿Es el compañero/a quien se aleja? ¿O funcionario/as que no funcionan y pseudo militantes que nada saben de militancia nos ponen en esta encrucijada? Nosotrsos/as no nos alejamos, señores/as, ustedes nos desaparecen, nos invisibilizan, nos ignoran y nos menosprecian”, lamenta.
Redes
El integrante de Convergencia Peronista cuestiona que en las redes sociales los y las funcionarias “ostentan al compañero sus hermosas quintas, autos y viajes mientras el compañero apenas llega a fin de mes”
“Militar no es publicar fotos en Instagram o Facebook o leer a diario Twitter. Militar es caminar codo a codo con el compañero/a, preguntar y pensar juntos en acciones que nos ayuden a vivir mejor”, dice.
“Deberíamos replantearnos que el trabajo es mucho más que mirarse a sí mismo, somos movimiento y como tal no hay formas únicas de construcción y organización, deberíamos ser creativos y pensar que si no abrimos la convocatoria y la participación no vamos a salir de esta estructura estanca e ineficiente”, pide.
“Muchas veces solo analizamos desde la mirada del militante y es hora de mirar con más detenimiento a nuestros funcionarios” que “desconocen el origen del peronismo”, no les “gusta la horizontalidad con el compañero de base” y “creen que el único valor pasa por el conocimiento que te brinda la universidad”.
Ante ello, “se hacen mal las cosas” porque “los funcionarios consideran que no deben recorrer y ganarse el reconocimiento en territorio junto al vecino, pasar a conversar, extenderle la mano cuando una situación lo requiera o solamente tomarse unos mates y poner el oído. Quizás a tu universidad le falto barrio”, sentencia.
Dice que hay tiempo de cambiar, pero “hacer política es otra cosa, es cambiar los destinos, hacer feliz al pueblo que aún cree y espera, pero que también está harto de las decepciones de quienes ni siquiera lo intentan. Pensar que no hay alternativa para volver fuerte con la militancia, resignarse a que los tiempos nos son desfavorables y “esperar” no es y nunca será una opción para los/as peronistas”, finaliza Cristian Medrano.
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