Ivan Pérez, el joven que salvó a la mujer piquense que sufrió un intento de femicidio por parte de su expareja Alejandro Wilson, contó el momento en que intervino para frenar la agresión. Reveló que entró a la vivienda porque la hija de la víctima, de 11 años, salió a los gritos pidiendo auxilio. “Estaba sacado y yo le decía que no le pegue más, que se quede tranquilo”, dijo. “Lo único que quería es que no la matara”, aseguró.
El acusado había salido de la cárcel hace un mes bajo el régimen de libertad asistida, luego de ser condenado a diez años por un hecho similar con otra expareja. Ahora, cuando salga del hospital Gobernador Centeno, será imputado por femicidio en grado de tentativa, que prevé una pena de prisión que puede llegar hasta la prisión perpetua.
Pérez, que es cuñado del agresor, relató que al momento de la agresión él estaba afuera de su casa barriendo la vereda. En ese momento la hija de la mujer salió corriendo a pedir ayuda porque le estaban pegando a su mamá. “Ayuda, auxilio”, se oyó decir a la joven.
En ese instante, el muchacho ingreso a la casa y observó cómo el agresor aprisionaba a la mujer contra el piso y la agredía. Para frenar la agresión, se abalanzó sobre él y lo tomó por detrás. En ese momento la mujer pudo zafar y correr hacia afuera con su hija.
La joven, siempre según el relato de Pérez, tenía sangre, pero no vio el cuchillo con el que fue herida.
“Estaba sacado. Me decía que habían discutido y yo le decía que no le pegue más, que se quedara tranquilo”, contó. “Había salido (de la cárcel) hace poco por algo parecido. No lo podía creer. Lo único que quería es que no la matara”, agregó Pérez.
Luego de un forcejeo, pudo calmar al agresor, que igualmente huyó. Minutos después llegó la policía y se inició la búsqueda. Tras una persecución en la que un policía resultó herido al caerse de un techo, el violento fue atrapado y detenido.
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