La fiscalía llegó a este lugar al seguir la pista del alemán Christian Brueckner, un pederasta reincidente que desde 2020 es el único sospechoso del caso. Las antenas de celular lo ubican cerca del hotel el día de la desaparición de la menor y este embalse es uno de los sitios que solía frecuentar, ya que vivía a pocos kilómetros.
La investigación estuvo estancada durante años antes de que las autoridades se fijaran en este hombre. La fiscalía de Brunswick lleva desde entonces su propia investigación, colaborando con las autoridades portuguesas y alemanas.
Actualmente, Brueckner cumple una pena de siete años de cárcel en Alemania por la violación de una estadounidense de 72 años. También fue inculpado por otros cinco crímenes y delitos sexuales cometidos entre 2000 y 2017 en Portugal.
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