Un hombre residente de Neuquén había acordado con su expareja mediante la Justicia que pagaría $4.000 para sus dos hijos. Sin embargo, nunca pagó ni siquiera la multa por incumplimiento y le suspendieron la licencia de manejar por un año y lo condenaron a hacer tareas comunitarias.
Además, por cada día que continúe sin cumplir con la deuda, le cobrarían $1500. Pero como el siguiente paso era avanzar con embargos y el hombre no tiene ni vehículos, ni propiedades ni cuentas bancarias a su nombre, era nulo para proseguir.
“Es importante recalcar que los menores y su madre merecen vivir una vida libre de violencia de ningún tipo, incluida la económica, que se colige de las conductas del progenitor al no cumplir su obligación alimentaria por lo que no aplicarlas solo conduciría a perpetuar esa violencia que en un estado de derecho resulta inadmisible”, expresó la jueza Comas.
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