Hoy, pese a lo que inicialmente había trascendido, no se leerá la pena. En la audiencia de este lunes se escucharán los alegatos de las partes sobre los pedidos de pena a las acusadas.
Al concluir la audiencia, el Tribunal de Audiencia de Santa Rosa anunciará la fecha de lectura de sentencia para la fijación de las penas. Esa audiencia debe desarrollarse dentro de los próximos cinco días hábiles.
Este procedimiento desdoblado del proceso se denomina juicio de cesura y está previsto en el Código Procesal Penal de La Pampa (artículo 343).
Hace casi dos semanas, el Tribunal de Audiencia de Santa Rosa consideró culpables de los delitos de homicidio triplemente agravado por el vínculo, el ensañamiento y alevosía a Magdalena Espósito Valenti y por homicidio doblemente agravado por ensañamiento y alevosía y por abuso sexual a su novia Abigail Páez por el asesinato del nene de 5 años el 26 de noviembre de 2021. Espósito Valenti, en tanto, fue absuelta de la acusación del abuso sexual.
De esta manera, a las dos acusadas les recaerá la única condena posible para estos delitos: prisión perpetua (dependiendo de la interpretación de los penalistas, se establece una pena de al menos 35 años y hasta 50 años de cárcel).
El nene de 5 años fue asesinado en la tarde del 26 de noviembre de 2021, en el departamento de la calle Allan Kardec al 2300, de Santa Rosa, donde vivía con su madre y la novia de su progenitora.
Los movimientos de las imputadas y Lucio del 26 de noviembre de 2021 quedaron registrados por una cámara ubicada frente al departamento.
Según se puede observar, a las 17.32 horas se lo vio a Lucio vivo por última vez. Se tiene acreditado que entre ese momento y las 19.40 horas, cuando ambas imputadas salieron solas del departamento, Lucio fue golpeado brutalmente. Abigail llevó en moto a su novia al trabajo de moza en un hotel. Volvió sola a las 20.49 y, en ese momento, intentó reanimar al nene y lo metió bajó la ducha. Ya a las 21.30 salió con Lucio en brazos para una posta sanitaria, pero la encontró cerrada y el nene fue asistido por vecinos. Finalmente fue trasladado al Hospital Evita, donde a las 21.45 horas se constató que ya estaba muerto.
La Justicia estableció, en base a pericias, que las dos participaron de la golpiza mortal, entre las 18 y las 19 horas de ese día. El nene recibió golpes de puño y patadas y golpes con un palo. También recibió un pisotón en la espalda por parte de Abigail Páez (se pudo determinar por la marca que dejó su zapatilla), que le provocó lesiones internas como el desgarro del hígado. Además, fue mordido en sus zonas íntimas y en su brazo izquierdo.
La causa de la muerte fue el edema cerebral como consecuencia de politraumatismos. El médico forense Juan Carlos Toulouse explicó que ese edema, al no poder hincharse el cráneo, como pasaría con cualquier otra parte del cuerpo, provoca el enclavamiento de las amígdalas cerebelosas que producen un paro cardíaco. Pero también explicó que otras lesiones internas indicadas en la autopsia habrían provocado la muerte por hipovolemia, si no se hubiera producido el paro cardíaco que detuvo -naturalmente- el flujo sanguíneo.
El fallecimiento del niño fue declarado a las 21.45 horas, en el Hospital Evita. De todas maneras, se estableció que ya llegó muerto al Hospital Evita, aproximadamente a las 21.30 horas, conforme las declaraciones de médicos y enfermeras. Todos ellos refirieron que el niño estaba inconsciente, no tenía pulso ni respiraba.
Pero incluso ya antes, al momento que Abigail Páez sale del domicilio con Lucio Dupuy en brazos, el niño ya estaba muerto: una enfermera jubilada, que lo asistió, dijo que no tenía pulso. El vómito expelido en circunstancias que estaba siendo atendido por esta última testigo, fue explicado por el médico forense como un reflejo vagal de la persona cuando ya está muerta.
Pericialmente, quedó definido el horario de la muerte de Lucio Dupuy entre las 19 y 21 horas del día 26 de noviembre.
Pero la data que más interesa es aquella relativa a la producción de las lesiones que luego acarrearon la muerte de Lucio Dupuy: fue determinado entre las 18 y 19 horas y, con mayor precisión, sostuvo el médico forense, que las más graves se pudieron ubicar 15 o 20 minutos antes de las 19 horas, lapso temporal en el cual las acusadas se encontraban solas con el niño en su domicilio.
Lucio vivió un infierno de violencia psicológica, sexual y física. Según estableció la Justicia en su sentencia, en este devenir violento es posible advertir un “crescendo de violencia”, a la luz de los chats mantenidos entre ambas imputadas, a partir de mediados del mes de octubre de 2021, momento desde el cual se exacerba la irritación que evidentemente el niño provocaba en ambas y en el riesgo de que ello quebrara su relación sentimental, algo que ninguna de las dos parecía estar dispuesta a soportar.
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