Cómo es la cárcel de Sierra Chica, en donde pasarían su condena los rugbiers condenados a prisión perpetua

Ubicada en Olavarría, se trata de una de las unidades penitenciarias con mayor antigüedad del país y donde ocurrió uno de los motines más sangrientos de la historia. Cinco de los acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa deberán permanecer, al menos, 35 años.

Cinco de los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa podrían cumplir su pena en la cárcel de Sierra Chica, en Olavarría. Se trata de uno de los penales de máxima seguridad con mayor antigüedad del país y donde ocurrió el motín más sangriento de la historia. Allí, los jóvenes encontrados culpables de homicidio doblemente agravado permanecerán 35 años.

Los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia, integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de la ciudad de Dolores, entendieron por unanimidad que Máximo Thomsen (23), Ciro Pertossi (22), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23) y Luciano Pertossi (21) fueron coautores del delito de «homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado por dos o más personas y por alevosía en concurso ideal de lesiones leves» y condenados a prisión perpetua.

Mientras que Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23) y Lucas Pertossi (23) fueron considerados partícipes secundarios del mismo delito a una pena de 15 años de prisión y cumplirián su condena separados de sus amigos en otra unidad penal.

Cómo es la cárcel de Sierra Chica

Llamado oficialmente Unidad Penal N°2, es uno de los establecimientos penitenciarios de máxima seguridad más antiguos del país. Ubicado en las afueras de la ciudad de Olavarría, la unidad carcelaria fue levantada antes que se construya la localidad, el 4 de marzo de 1882.

Con una estructura panóptica, cuenta con tres unidades internas: N° 2, N° 38 (régimen semiabierto) y N° 27 (régimen semiabierto y abierto), donde cada una puede alojar unos 3.000 presos. Además, posee 12 pabellones con capacidad para 140 reclusos, y otros cuatro donde se alojan hasta 60 internos.

Además de los pabellones, la cárcel de Sierra Chica ofrece distintos talleres para que los presos puedan estudiar o emplearse en un oficio: automotores, chapa y pintura, mecánica, herrería en general, carpintería metálica, recuperación de equipos informáticos, construcción de cepillos, talabartería, tapizado de asientos de automóviles, fábrica de bloques y de baldosas, tapicería y carpintería.

Las celdas donde pasarán sus días los rugbiers tienen 3,75 metros de largo por 1,80 de ancho y 3,60 de alto, son ocupadas por dos internos y tienen un inodoro.

En Sierra Chica, el motín más sangriento y el mito de las empanadas

En la Semana Santa de 1996 se llevó a cabo el motín más impactante en la historia carcelaria del país. El mito señala que 8 personas, entre ellos rehenes y guardiacárceles, fueron mutiladas y calcinadas por los presos para luego realizar relleno de empanadas con ellos.

La gresca fue encabezada por los llamados «12 Apóstoles», apodo recibido ocasionalmente por la fecha religiosa donde ocurrió el motín.

Los mismos eran: Marcelo Brandán Juárez –el cabecilla-, Miguel Ángel Acevedo, Jorge Alberto Pedraza, Carlos Gorosito Ibáñez, Marcelo González Pérez, Jaime Pérez Sosa, Víctor Esquivel, Oscar Olivera Sánchez, Carlos Villalba Mazzey, Héctor Cóccaro Retamar, Marcelo Vilaseco Quiroga y Héctor Galarza la emprendieron contra otra banda que lideraba Agapito Lencina. Intentaban fugarse, pero el plan fracasó.

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