El caso Dani Alves y la inacción de los clubes argentinos ante la violencia de género

La detención del futbolista brasileño tras una denuncia de agresión sexual y la inmediata rescisión del contrato por parte de Pumas sienta un precedente. ¿Qué sucedió en los casos del fútbol local?

Hace pocos días, Dani Alves fue detenido por los Mossos d’Esquadra tras una denuncia de agresión sexual que realizó una joven de 23 años. Cada día que pasa, la situación judicial del defensor es más compleja y, mientras permanece en prisión preventiva, aparecen testimonios que complican aún más al exfutbolista del Barcelona.

Luego de conocerse el hecho, el Pumas de México decidió rescindirle el contrato “con justificación”. Lo hizo público el propio presidente de la institución a través de una conferencia de prensa convocada de forma intempestiva.

Hace pocos días, Dani Alves fue detenido en Barcelona.

Hace pocos días, Dani Alves fue detenido en Barcelona.

Este episodio marca un antes y un después para esta deporte, ya que hay muchos futbolistas acusados de violencia de género que, hasta el día de hoy y con causas en curso, siguen en actividad sin ningún tipo de inconvenientes. El fino límite entre lo legal y lo moral hace que, varias instituciones deportivas, tomen la decisión de hacer caso omiso a este tipo de episodios.

Es el caso de algunos clubes de nuestro país. En los últimos cinco años, fueron 21 los futbolistas denunciados por violencia de género. Casi la totalidad se entrenaban de manera periódica y, en la mayoría de los casos, a diferencia de Pumas, los equipos no tomaron cartas en el asunto ni ejecutaron alguna medida temporal.

El caso más resonante de los últimos meses, sin duda alguna, fue el del delantero de Boca, Sebastián Villa. El colombiano está imputado en el marco de la causa que le inició su expareja por lesiones y amenazas, en un hecho que habría ocurrido en abril del 2020, en la casa que compartían en la localidad bonaerense de Canning. Esta es la primera de las dos causas que lo tiene como acusado de violencia de género, ya que la otra fue efectuada por una joven con la que mantenía una relación estable, quien lo denunció ante la fiscal Vanesa González y por la cual fue imputado por la Justicia de Lomas de Zamora.

El fútbol argentino registra decenas de futbolistas acusados de violencia de género, aunque los que más repercusión mediática tuvieron fueron los del club ‘Xeneize’.

Uno de ellos es Cristian Pavón, quien fue denunciado por el delito de abuso sexual con acceso carnal en la fiscalía de Alta Gracia, Córdoba, provincia de donde es oriundo, por un hecho que habría ocurrido en noviembre de 2019.

Wilmar Barrios, Edwin Cardona y Frank Fabra, quienes jugaban en el equipo de la Ribera en ese entonces, también fueron denunciados en enero de 2018 por dos bailarinas de nacionalidad peruana por abuso sexual y violencia de género, por un hecho que habría tenido lugar en Puerto Madero.

Cristian Pavón fue denunciado en la fiscalía de Alta Gracia, Córdoba.

Cristian Pavón fue denunciado en la fiscalía de Alta Gracia, Córdoba.

Por otro lado, Agustín Rossi fue denunciado por su expareja, Barbie Segovia, a principio de 2017. La joven, a través de un posteo de Facebook, reveló todos los episodios traumáticos que vivió con el arquero y mostró chats de WhatsApp en donde él admitía haberle pegado.

Ricardo Centurión, en 2017, mientras jugaba con la azul y oro, fue denunciado por una expareja, Melisa Tossi, por violencia verbal y física. Asimismo, Nahitan Nández, en 2021, fue denunciado en Maldonado, Uruguay, por violencia de género contra su expareja y madre de sus dos hijos.

Por último, otro de los casos más recientes es el de Eduardo Salvio, quien fue denunciado por su exesposa Magalí Aravena por atropellarla.

Eduardo Salvio fue denunciado por su exesposa Magalí Aravena por atropellarla.

Eduardo Salvio fue denunciado por su exesposa Magalí Aravena por atropellarla.

Pero los exjugadores de Boca no fueron los únicos… también fueron denunciados Jonathan Cristaldo, mientras se desempeñaba en Racing; Renzo Saravia, cuando estaba en Belgrano de Córdoba; Lucas Mancinelli, en su paso por Patronato de Paraná, y Lautaro Acosta, en Lanús.

Además, el colombiano Johan Carbonero tiene una causa elevada a juicio por acoso y tentativa de abuso sexual. El hecho se habría desarrollado cuando jugaba en Gimnasia, en un hotel cercano a la sede platense.

Pero sin dudas el caso más delicado fue el de Alexis Zárate, exjugador de Independiente, quien fue acusado de abusar sexualmente de Giuliana Peralta, novia de Martín Benítez, otro de los futbolistas del club de Avellaneda. En 2017, fue condenado a seis años y medio de prisión por abuso sexual agravado.

También en ese año, Luis ‘Lucho’ González fue denunciado públicamente en una Comisaría de la Mujer por su pareja, Andreia da Silva Marques, del delito de ‘tentativa de homicidio’.

Jonathan Cristaldo fue denunciado mientras se desempeñaba en Racing.

Jonathan Cristaldo fue denunciado mientras se desempeñaba en Racing.

Los casos no se agotan allí. El 8 de abril de 2018 Romina Elizabet Re denunció a Rafael Santos Borré, su pareja, ante la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación por violencia de género. Lo acusaba de «amenazas simples».

En 2018 Fernando Tobio, en ese entonces defensor de Rosario Central, agredió a una joven a la salida de un bar en Rosario, episodio que fue grabado por testigos y subido a las redes sociales.

Y en 2020, Thiago Almada y Miguel Brizuela, ambos jugadores de Vélez en ese momento, fueron denunciados por ‘abuso sexual’. En este caso, el club actuó y fueron separados del plantel profesional.

Por último, el uruguayo Diego García, mientras vestía los colores de Estudiantes de La Plata, fue denunciado por una joven del delito de ‘abuso sexual’, en una fiesta en la que había varios jugadores del ‘Pincha’.

El uruguayo Diego García, denunciado mientras vestía los colores de Estudiantes.

El uruguayo Diego García, denunciado mientras vestía los colores de Estudiantes.

Muchos son los casos en los cuales los futbolistas son protagonistas de este tipo de episodios condenables. En paralelo, hubo grandes avances para reducir el número de casos. La aparición de los departamentos/áreas de género, la implementación de protocolos y la aplicación de la ‘Ley Micaela’, son alguna de las herramientas con las que cuentan los clubes a la hora de actuar.

Más allá de eso, las instituciones, en especial las que forman parte del fútbol argentino, deberán replantearse el rol que cumplen dentro de la sociedad. A pesar de que son formadoras de profesionales, funcionan como contención y apoyo para los jóvenes que integran los planteles de las divisiones infanto-juveniles. Y se debe predicar con el ejemplo. Hasta el día de hoy, sigue siendo una materia pendiente en Argentina. Las herramientas están. Falta decisión.

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