El titular de la cartera de Seguridad aclaró que no tiene “ningún problema personal con Wado”, pero indicó que le pareció “un horror” su accionar, al cual calificó de “chiquilinada”. “¿Desde cuándo el Presidente le tiene que dar explicaciones?”, se preguntó y no escondió su desagrado por la situación: “Me molesta que aparezca a ponerle los puntos al Presidente. ¿No está de acuerdo? Muchas gracias, mi amigo. Aunque él debería darle las gracias al Presidente”.
“Un ministro no puede criticar públicamente a un Presidente y pretender ser resarcido. No es así”, continuó en la misma línea Fernández. Insistió luego: “A un presidente peronista se lo acompaña. Todos los que se la pasan rompiendo las pelotas cada vez que pueden e inoculando bronca lo único que hacen es molestar”.
Fernández consideró que lo que diga De Pedro “tiene valor político cero”. Por otra parte, apartó de lo ocurrido a la vicepresidenta Cristina Kirchner, detrás de la cual se encolumna el ministro del Interior: ”Estoy casi convencido que no está detrás de lo que hizo”.
La molestia del ministro del Interior trascendió desde su propio entorno, que no tardó en sembrar una nueva interna en el oficialismo. En ese marco, la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, cercana al presidente, le exigió a su colega del gabinete nacional que brindara explicaciones en relación a la versión de su enojo y que, en tal caso, se hiciera cargo abiertamente de ello. “O estás adentro o estás afuera”, presionó la funcionaria en declaraciones a medios de Mar del Plata.
Dos bases
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