Confirmaron la aparición de dos nuevas ballenas muertas en distintas zonas costeras de la provincia de Chubut. De esta forma, ya son nueve los animales fallecidos que fueron registrados en las últimas horas y aún continúan las investigaciones para determinar en qué circunstancias se dieron los decesos de los cetáceos.
Así lo confirmó Fernando Bersano, titular de Flora y Fauna Silvestre de la provincia. “Tenemos dos reportes más y el número subiría a nueve. Uno es de la zona de El Pedral y otro sobre la zona de Cerro Avanzado. No se pueden asociar todos los casos a la misma causa, o por lo menos hay que esperar para hacer esa asociación”, dijo el funcionario, notoriamente preocupado por la situación.
Bersano afirmó que “la hipótesis hasta ahora más fuerte sigue siendo la ingesta de toxinas de la Marea Roja, ya que es una temporada con valores muy muy altos”, aunque aclaró que “hay que esperar la determinación de tejido de toxinas”.
“Ninguna de las ballenas evaluadas hasta el momento presentaron evidencia de lesiones traumáticas ni enmallamientos, y todas se encontraron con muy buen estado nutricional, con evidencia de contenido intestinal en algunos ejemplares, indicando su alimentación reciente dentro del golfo”, afirmó Agusina Donini, coordinadora de campo del Plan Provincial de Prevención y Control de Marea Roja, tras los primeros reportes.
Por su parte la doctora Marcela Uhart, co-directora del “Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral”, explicó que “los eventos con un número inusualmente alto de ballenas adultas muertas en un corto periodo de tiempo y en una misma área, pueden ser indicadores de variables ambientales locales que contribuyen a la muerte de las ballenas”.
El equipo del ICB, a través del Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral (PMSBFA), se encuentra trabajando en las necropsias de las ballenas francas australes y colaborando con otras instituciones y especialistas de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, el CENPAT y el Laboratorio Provincial de Salud Ambiental.
«El objetivo más urgente es realizar los estudios post-mortem (necropsias) de las ballenas encontradas, recolectar y analizar muestras de agua y bivalvos para determinar la presencia de biotoxinas por floraciones algales nocivas (comúnmente llamadas marea roja), que es una de las hipótesis que están siendo evaluadas en relación a la muerte de las ballenas«, indicaron los expertos.
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