La electrocución de aves en el territorio pampeano es un problema de nunca acabar. Organizaciones ambientales piden al Gobierno provincial y a la Cooperativa Popular de Electricidad que implementen material aislante en los nuevos tendidos eléctricos. Una posible solución podría ser un prototipo que crearon con residuos sólidos urbanos y que próximamente se analizará su efectividad en General Pico.
Beatriz Martínez es integrante desde hace cuatro años del Centro para el Estudio y Conservación de las Aves Rapaces en Argentina (Cecara) que depende de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de La Pampa. El grupo viene trabajando desde hace más de 20 años en la electrocución de aves y el tendido eléctrico. «Las aves mueren porque los diseños de los tendidos eléctricos no son adecuados y en la zona de La Pampa donde hay pocos lugares para posarse, se encuentra este conflicto», explicó en diálogo con LA ARENA.
Recordó que en 2016 hubo una electrocución masiva que se calculó en casi 200 muertes de águilas moras y aguiluchos. Fue en ese momento cuando empezaron «a buscar sinergia con los entes gubernamentales (Agencia Provincial de Energía, la Subsecretaría de Ambiente y la Dirección de Recursos Naturales) y con la Cooperativa Popular de Electricidad para intentar solucionar el problema».
Falta reglamentación.
«Después de tanto tiempo hemos conseguido algunos avances», celebró la entrevistada y explicó que APE adecuó unos 20 tendidos poniendo aisladores, pero según indicaron desde el Cecara «la mayoría de ellos (unos 450 postes) siguen sin modificarse y las aves continúan electrocutándose en ellas. La situación es la misma para toda la red de distribución de energía en la provincia donde además hemos registrado diez águilas coronadas electrocutadas en los últimos años. Esto es más preocupante aún por tratarse de una especie categorizada mundialmente como en peligro de extinción».
En cuanto a los aislantes, Martínez señaló que «son caros, se importan y no entran dentro de las licitaciones cuando se hacen las obras, con lo cual estamos en una problemática donde no encontramos ninguna solución adecuada». En ese contexto mencionó que «los equipos cuestan alrededor de 90 dólares».
Martínez lamentó el faltante de una reglamentación para que se contemple la problemática en nuevas obras. «No pretendemos que se adecuen las obras viejas, pero sí que se tenga en cuenta para las nuevas, como es el caso de la nueva línea desde Padre Buodo a Perú», señaló y agregó que, en base a ello, «nos reunimos con la gente de Energía para que lo empiecen a implementar».
Residuos.
Una de las posibles soluciones es «utilizar los plásticos provenientes de residuos sólidos urbanos como dispositivos anti electrocución». Para ello el Cecara presentó un proyecto junto a UNLPambiental y la Fundación Karú Mapú con el objetivo de que la posibilidad sea analizada para evitar «comprar los materiales en el exterior». El primer prototipo será enviado próximamente «a una estación de APE en General Pico donde se probará la resistencia de los materiales a la electricidad y a la intemperie».
En cuanto a los beneficios de esta iniciativa, destacó que «se reduce la disposición final de residuos de un solo uso que en Argentina van a basurales a cielo abierto y se queman. Eso es primordial porque está favoreciendo una economía circular para crear un producto que intentará disminuir la problemática ambiental que es la electrocución. Asimismo, el prototipo es inicial y las herramientas que se necesitan no están estandarizadas».
España y EEUU.
Martínez explicó que en «España y Estados Unidos se comenzó a trabajar con esta problemática desde los años ’80 y en Argentina recién ahora se está empezando a tratar, pero nos encontramos con muchos problemas. Yo quiero pensar que es por desconocimiento, pero tampoco encontramos una solución o respaldo de entidades ambientales».
En cuanto a la situación del país europeo, del cual es oriunda, la integrante del Cecara contó que en 2010 se aprobó una ley de Tendidos Eléctricos para la Protección de las Aves y «desde ese entonces hasta ahora se están haciendo cambios en todas las áreas que son peligrosas para determinadas especies. Ahora hay un proyecto para cambiar más de diez mil apoyos y adecuarlos para que sean ‘aves friendly'».
«Es una inversión muy grande», aseguró y mencionó que hay otras recomendaciones como «no utilizar materiales conductores, sino aislantes con diseños que disminuyan la electrocución. Por eso estamos pidiendo que las autoridades tengan en cuenta la problemática cuando diseñen nuevos tendidos».
Fuente La Arena
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